Capítulo 6

1099 Words
El martes había comenzado y el grupo de amigos tenía planeado cómo estar alertas de una posible represalia por parte de John. No era tanto lo que temían que le pasara a Alex como el terror que les causaba no cumplir con lo que Dylan les había pedido: cuidar de su hermano. Los tres muchachos realmente apreciaban a Alex, pero la relación con su hermano mayor los desconcertaba. A ver, entendían el amor fraternal, pero nunca habían visto a un hombre ser sobreprotector con su hermano, sí se esperaba cuando se hablaba de una mujer, una hermana, pero de hombre a hombre... Eso les resultaba curioso, pero no planeaban meterse en la relación familiar de esos dos. - Bien, Alex - dijo Will -. Me llamas si pasa algo raro. Nos vemos - Tranquilo William. Mi hermano es un exagerado, nada más - respondió tratando de sacar ese trabajo de guardaespaldas que su compañero tenía ahora. - Ya te dije que me digas Will - le respondió dándole la espalda sin dejar de caminar hacia el salón donde debía cursar. - Bueno. Vamos a ver qué encontramos acá - dijo Alex ingresando a la clase. Realmente estaba muy feliz de su elección, las clases eran interesantes, el tiempo se le pasaba muy rápido, los profesores siempre se mostraban dispuestos y dictaban sus materias con real pasión, no podía pedir nada más. - Oh... El pequeño Scott se perdió... - escuchó decir a su espalda cuando caminaba por un pasillo que se encontraba vacío ya que todos estaban en clase y ella había salido debido a que el profesor le pidió que buscara pilas nuevas para el control del proyector que estaban usando -. Nosotros podemos ayudarte - Y cuando estaba terminando de girar notó que la tomaban fuerte por los brazos y piernas para levantarla por el aire. Corrieron con ella a cuestas hacia un lugar en otro edificio, llevándola prisionera para luego encerrarla en un pequeño armario de limpieza. - ¡John hijo de puta déjame salir! - gritaba con todas su fuerzas - ¡Salgo de acá y te voy a patear el culo! - Continuaba gritando cada vez más enojada - Cuidado pequeño Scott con lo que decís, no vaya a ser que quien termine golpeado seas vos - La voz del rubio se escuchaba amortiguado por la puerta de metal que los separaba, pero claramente podía identificar el tono de burla y eso enfurecía aún más a Alex -. Pero ahora me tengo que ir. Nos vemos. Cuando sea que puedas salir - continuó - . Lástima que tu celular quedó acá afuera. - ¡Sácame de acá imbécil! - gritó ella al notar que efectivamente el celular no lo tenía en su bolsillo -. Te voy a cagar a palos cuando salga - amenazaba ya sin voz. Las horas pasaban y el grupo de amigos no podía dar con Alex. Mientras recorrían toda la escuela en busca de ella, o el idiota de Paterson, su preocupación aumentaba. - Lo vi caminando hacia la zona de la pileta - le dijo un chico a Patrick -, pero no sé si iba con alguien más. - Okey, gracias - giró hacia la zona de la pileta mientras mandaba un audio por teléfono al grupo de búsqueda que habían formado. Patrick entró corriendo al lugar donde se podía apreciar una gran piscina en el centro y a la derecha estaba la zona de vestidores. Como aún no comenzaban las clases de natación hasta dentro de dos semanas, nadie asistía a ese edificio. - ¡Alex!¡ Alex!¿Estás acá? ¡Alex! - gritaba mientras recorrían el lugar. - ¡Acá!¡Acá estoy! - se escuchó sus gritos y golpes provenientes de un armario -. El hijo de puta me encerró acá y me sacó el celular - explicó. - Ok, dame un segundo y te saco de ahí - La tranquilizó Patrick mientras buscaba cómo abrir la puerta. En el extremo del lugar pudo ver un caño con el que fácilmente se podía hacer palanca y abrir la puerta que estaba con la cerradura destruida lo cual tenía como finalidad no permitir que se abra aún teniendo la llave. Patrick tomó el caño y comenzó a hacer fuerza, pero no era suficiente asique, cuando llegaron el resto de los chicos, entre él y Dylan lograron hacer la fuerza necesaria para que la puerta finalmente cediera y dejara salir a la pequeña Alex de ese armario. - Este hijo de puta me la paga - dijo Alex a la vez que comenzaba a caminar hacia la salida. - Gracias chicos por pasar todo su día buscándome y casi morir de la angustia o en manos de Dylan que nos iba a colgar de las bolas - dijo Zack en tono irónico. - De verdad, gracias - dijo Alex girando sobre sus talones para mirar al grupo de chicos que estaban frente a ella -. Si no fuera por ustedes estaría ahí adentro hasta que muriera de hambre y sed. Ahora - cambió repentinamente su tono a uno de odio - , a buscar a la mierda de Paterson para darle unas buenas patadas en el culo - Y volvió a girar para ir en busca del joven. - Alex, sabés que no podés golpear a nadie - le dijo su hermano mientras la tomaba de la muñeca -. Aaah... pero yo... - La furia de su mirada ya explicaba las ideas de su cabeza, por lo que el grupo salió tras de él en busca de su próxima víctima de homicidio. No tardaron mucho en encontrar a John, y los otros dos chicos que lo ayudaban, sentado en una de las gradas de la cancha de fútbol. La ira de Dylan terminó de explotar cuando estaba a dos pasos del muchacho que no se percató de su presencia. -Ey - dijo Dylan y cuando el rubio se giró lo único que vio fue un puño directo a su boca para luego sentir un gusto metálico y caer en la cuenta que su labio sangraba, y que había hecho enojar a la persona menos indicada de la escuela. Rápidamente comenzó una pelea entre todos los integrantes de cada grupo, hasta que se escuchó un grito fuerte y claro. - ¿¡QUE DEMONIOS HACEN!? - Todos los adolescentes se quedaron quietos ante la presencia del director frente a ellos que los miraba fijamente -. ¡Ya mismo a dirección!¡Todos! - Los jóvenes obedecieron en silencio, sabían que esto no iba a tener un buen final.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD