Eilé se puso de pie y dejó ahí a sus sumisas mientras llevaba a la “Ofrenda” a sus aposentos. La chica estaba dispuesta, sabía a lo que iba, y la Presidenta sentía un cosquilleo en su vientre bajo como hacía mucho no sentía por alguien completamente extraño. La fiesta afuera continúo. El próximo show de entretenimiento eran unos artistas a los que Micaela presentó como “Los artistas del orgasmo”. Dos hombres y dos mujeres vestidos completamente de blanco estaban sobre el escenario, uno en cada punto de un cuadrado imaginario, y en el medio había un mueble de cuero redondo, sin esquinas. Uno de los hombres tomó el micrófono mientras la gente guardaba silencio ante la expectativa. -Para comenzar hoy necesitamos a alguien que se ofrezca a subir aquí- su voz era ronca y profunda. Más de una