II

1577 Words
La sonrisa amable de la Dra. Stain me calmaba un poco: -Felicidades querida, me alegra mucho que hayas conquistado este sueño -me tomó entre sus brazos y yo apoyé mi mejilla en su hombro -Muchas gracias Dra. Stain, aunque no haya sido el mejor promedio, logré concluir con éxito la carrera. -Ha decir verdad querida, ni yo esperaba que el señor Markov obtuviera la nota más alta. Markov, escuchar su apellido me hizo recordar lo que dijo minutos atrás y tuve que forzar una sonrisa y encogerme de hombros. Mientras esperaba un taxi para asistir a la cena, un Jeep Wrangler color n***o mate estacionó a mi lado y decidí ir un poco más atrás para poder coger el taxi; el jeep retrocedió a la par mía, entonces decidí ir un poco adelante y ocurrió lo mismo. Mi celular comenzó a sonar y generó en mi un pequeño salto por el susto, dudé en contestar aquel número desconocido que aparecía en mi pantalla -¿Aló? -dije dudosa -¿No reconoces mi auto Sam? -aquella voz me hizo rodar los ojos- ¿planeas quedarte parada ahí? -se escuchó en el teléfono pero también al lado mío ya que había bajado aquellas ventanas oscuras -Planeo tomar un taxi -respondí colgando -Vamos a la cena Sam -abrió la puerta y dió dos palmadas al asiento -Tomaré un taxi -respondí mientras me alejaba. Escuché un gran portazo detrás mío ocasionandome otro sobresalto, quise girar pero de un momento a otro mi vista estaba dirigida al piso y un aroma a perfume inundaba mis fosas -¿Qué te ocurre animal? bájame -dije acomodando la parte trasera de mi vestido con una mano y con la otra golpeando aquella espalda -Dije que iremos a la cena -me bajó de golpe al asiento- y hablo una sola vez Samantha. Otro portazo fue acompañado luego de eso y lo ví pasar delante del auto sin quitarme la mirada. -Ponte el cinturón o lo haré yo. Su tono había dejado de ser amable, lo que me instaba a obedecer. De camino a The NoMad ninguno habló, y las canciones era lo único que nos acompañaba, él conducía con una mano mientras que la otra sujetaba un cigarrillo. -¿Cuánto conoces a tu familia? -dijo mirando la autopista y dando una calada al cigarro -Lo suficiente, digo, por algo es mi familia ¿no? -respondí frunciendo el ceño Volvió a dar una calada y el silencio incómodo se hizo presente otra vez. -¿Por qué decidiste tomar una ducha antes de ir? -pregunté aún con mi vista en la ventana -Necesitaba sacar el maquillaje que cubría mis tatuajes. Tras decir eso observé de manera detallada su cuerpo, pero debido al traje sólo podía observar aquellos trazos en el cuello. -No olvides Sam, si te niegas a aquello que pido no dudaré en realizar una llamada y abrir la boca. El auto se detuvo en seco, nuestras miradas chocaron y se observaron por unos segundos, Dante había bajado para abrirme la puerta y brindarme la mano, la sujeté y con una sonrisa fingida entre ambos nos dirigimos a los interiores. Las mesas estaban unidas y los lugares repletos, sobraban 3 sillas -Hey, por fin llegas -Finn se levantó eufórico directo a abrazar a Dante- demoraste más de lo normal -dijo riendo -Encontré a McCain en el camino y me ofrecí a llevarla -se encogió de hombros y Finn me vió -Hola Sami -me abrazó para luego separarse y brindarme una sonrisa amable- me alegra que vinieras Una sonrisa obtuvo por mi parte y nos insistía para que tomemos asiento, pero Dante pidió unos minutos antes de dirigirnos con el resto: -Sólo te pido no parezcas forzada a nada Sam, trata de actuar natural. Asentí y me dispuse a caminar luego de que él realizara un gesto para yo poder avanzar, pero mi muñeca fue tomada y giré sobre mi eje: -Luces preciosa Sami -los ojos azules y esa sonrisa aceleraron mis latidos -H-hola Seb -respondí atónita -No sabía que vendrías esta noche -respondió Sebástian aún con sus ojos en los míos -También me alegra verlo Dr. Stephanson -dijo Dante interrumpiéndonos -La conversación no es contigo Markov -dijo mirándolo -Hey, hey, hey ¿qué pasó con los modales viejo? Yo dije Dr seguido de tu apellido y no recibo lo mismo a cambio -dijo en tono ofendido burlón- ugh pero que torpe soy, es que aún no sabes si recibirás el título, es por ello que no te vimos en el acto -dijo tapándose la boca- vamos Sam. Tomó mi mano y nos dirigió a la mesa, me limite a mirarlo. Lo único que podía compartir con Sebástian era la mesa y una que otra mirada fugaz, pues a nosotros nos habían sentado en la esquina con la ciudad a nuestras espaldas, mientras que él estaba en el medio con vista a la pared. -Ay no Sami, querida -la voz de Daphne era burlona- es malo sentarse en la esquina, no te casarás -dijo con un puchero- aunque ya sabíamos eso -dijo riendo, acompañada de algunos. -Pura mierda, no la oigas -dijo Markov a mi lado -Como sea -respondí a ambos. Mi mano derecha se hallaba sobre la mesa y mi rostro estaba apoyado en ella, el ruido de un vaso golpeado por un cubierto hizo guardar el silencio: -Chicos quiero ofrecer un brindis -dijo aquella rubia despampanante llamada Victoria- sé que muchos de nosotros no nos hablamos, pero hemos estado compartiendo la etapa de estudio juntos, y quiero agradecerles por esta velada tan hermosa ¡Salud! -dijo a la par que llevaba su mano derecha y la abanicaba para evitar llorar. Fue de esa manera que varios de los presentes comenzaron a brindar y entre charlas, risas y anécdotas el silencio comenzó a apoderarse: -Creo que es mi turno -dijo Dante, mientras se levantaba y acomodaba el saco- Quiero realizar un brindis colegas -tomó la copa entre sus dedos y la comenzó a ver- y agradecerles por haber escuchado mis palabras en la ceremonia -comenzó a menear el contenido de aquel vaso- muchos de ustedes me han permitido ser parte de sus vidas ya sea como un compañero de clase, amigo o incluso un hermano -¡WUUU! ¡ESO BRO! -gritó Finn, golpeándose el pecho dos veces -Gracias querido Finn -esbozó una sonrisa- y el hecho de pensar que ahora quizá tomaremos caminos distintos me rompe el corazón -su boca hizo un gesto raro que no lograron percibir todos- es por eso que quiero decir algo más antes de terminar la noche, si es que acaso me lo permiten. Mientras el otorgaba una mirada totalmente sexy a todas las chicas, los muchachos y ellas lo animaban a seguir con chiflidos, golpecitos en la mesa o coreos: -Jaja gracias colegas, bueno -dirigió su cuerpo y mirada a mi, lo que me hizo erguir- luces preciosa querida Sam, más de lo que ya eres, y quisiera preguntarte -su cuerpo se había hincado sobre su rodilla izquierda- Samantha McCain ¿quieres casarte conmigo? La cara de sorpresa se avistaba en todos los presentes incluida yo, que tenía los ojos completamente abiertos y asombrados mirando aquel anillo hermoso, brillante y enorme que posaba en esa pequeña cajita negra. Mi boca ligeramente abierta no emitía sonido alguno y mi mano se había posado sobre mi boca de manera inconsciente -Bueno Sam ¿qué dices? -su sonrisa era coqueta ante todos, pero sus ojos me amenazaban -A-acepto -articulé como pude aquella simple palabra de 6 letras. Sonriente sacó el anillo y lo puso de manera inmediata en mi dedo, como para asegurarse de que no me arrepienta. Las felicitaciones no se dejaron esperar y Finn no dejaba de alardear las fotos que nos había sacado momentos atrás. -¿Qué opinas de esta Sam? -me mostró el celular y es que realmente era una foto hermosa, las luces de la ciudad estaban de fondo en aquellas paredes de cristal, Dante lucía radiante y sus tatuajes resaltaban bastante, mi cara de asombro era totalmente genuina. -Están hermosas Finn, gracias por estar atento -respondí con una sonrisa. Sebástian se acercó a tomarme nuevamente del brazo para hablar: -¿A que viene todo esto Samantha? Yo no podía dar una respuesta, no una lógica, pues Dante había sido muy claro con sus palabras. Comenzó a cuestionarme más y más, aumentando el tono de voz y llamando la atención de los que estaban cerca. Aquella mano tatuada agarró el brazo de Sebástian, quién se soltó brusca y rápidamente: -Te recuerdo que a quien intentas zarandear es a mi prometida, Stephanson -dijo mirándolo fijamente -No oí que alguien te llamara Markov -dijo mirándolo- es un tema de dos. -No sé si eres necio o qué rey, pero ya te dije Sam es mi prometida -Dante se había puesto en medio de ambos. Tras un intercambio de insultos, decidimos retirarnos, y lo digo en plural ya que Dante había insistido en llevarme a mi apartamento; el camino volvió a ser silencioso -¿Te lastimó mucho? -dijo sin mirarme -No -respondí- ¿Por qué lo preguntas? -Llevas frotando tu brazo izquierdo desde que te subiste al jeep -me miro con la cabeza ladeada -Supongo que es más por el susto -dije automáticamente -Sam, yo sé bien la historia entre ambos -suspiré- y a decir verdad, tu brazo tendrá un hematoma mañana. Bajé la mirada y mis pensamientos comenzaron a atacar nuevamente mi cerebro.

Great novels start here

Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD