○○◘◘••♥♥••◘◘○○ [Briseida] Salgo corriendo de vuelta a mi habitación, sintiendo mi corazón latir desbocado dentro de mi pecho. Hace mucho tiempo no me sentía tan sexy y deseada como me lo acaba de hacer sentir Franco, pero eso mismo me lleva a morir de los nervios, porque no sé cómo actuar. Cierro la puerta con seguro y me siento sobre la cama, con mi rostro entre mis manos y un nudo en la garganta. —Briseida —me llama Franco, desde afuera de la habitación y golpea tres veces la puerta —. ¿Estás bien? Perdón por lo que pasó, en ningún momento quise hacerte sentir incómoda… Por favor, ábreme la puerta —me pide y su voz se escucha acongojada. —Estoy bien —respondo con la voz entrecortada, lo que me pone en evidencia de que no estoy nada bien. —Si quieres me voy —dice frustrado y yo