Señor Luthor

¿La chica o la ex?

Patrick le tomó de la cintura y Aurora le miró a los ojos, la sonrisa en el rostro del señor Luthor, el cervecero más importante de Mainvillage y empresario, era demasiado para ella el siquiera poder hablarle, mucho cuando sus manos estaban tocándole, sentía su caricia apretándole el pecho y si mirada recorrerle el cuerpo entero. Él le tomó de la mano mientras se subía a uno de los banquillos de la banca. Aurora vio a lo lejos a su padre, él realizó un gesto de cabeza para despedirse, ella sonrió y Bradford salió del edificio.

—¿Qué te gustaría beber? —preguntó Patrick a la joven.

—Un tequila—él rió. —Patrick, la verdad, yo...

—¿Tú qué? ¿Tienes una empresa o estás casada? —señaló a Castillo con la barbilla y ella rió.

—No estoy casada y soy parte de una empresa o algo… no es mío, solo colaboro. —Él sonrió. —En fin, me pasé con eso de besarte.

—Me encantó que me saltaras encima y me besaras.

—Tu novia se está poniendo algo celosa.

—No es mi novia y lo sabe. —enfatizó Patrick y los dos sonrieron.

La pareja en la barra brindó antes de tomarse su chupito, Daniela miró a Patrick con cierto dolor y rencor. Es increíble como puedes amar a alguien, desearle y aúna sí no ser suficiente para esta persona.

—¿Por qué se quieren meter con tus pantalones? —preguntó Aurora.

—Solterísima.

—Mucho —respondió ella y los dos rieron.

—Enviudé, hace un año, poco más, mis hijos están preocupados, mis hermanos, mi amiga.

—Siento lo de tu esposa.

—Yo igual. —responde Patrick. —¿A qué te dedicas?

—Soy… profesora —Patrick pone cara de disgusto y los dos ríen. —Me tocan los chicos de 14 y 16, no son fáciles, pero tampoco me siento abrumada. Doy la clase, fingen que les gusta, les dejo tareas y no las hacen. Es apasionante.

—Me imagino, tengo una adolescente, son cuatro hijos, pero mi hija menor, es… complicado ser papá de una niña, no sé nunca qué hacer y no sé qué siente y dejó de tocar el piano, lo único que le encanta.

—Soy bióloga, no psicóloga —molesta Aurora a Patrick—Pero como educadora, te recomiendo tener paciencia y rogarle a la vida que no use drogas, o un novio estúpido porque todo eso tiene secuelas.

—O sea, tienes un pasado divertido.

—Todos adquirimos el famoso: “porque te lo digo yo” en la adolescencia. Y me tocó un papá viudo criándome, así que sé una cosa o dos.

Él ríe y Daniela se finge complacida por la nueva amistad que se cosecha en la barra del bar. Castillo hace lo mismo, pero con la pena del mundo por tener que interrumpirles y les pregunta si están listos para colocar a ser sus parejas, ella ríe y se despide con amabilidad de Patrick.

—¿Qué se te ofrece celestina? —pregunta Patrick a Daniela.

—Me apetece con muchas fuerzas una cena que lleve una sopita.

—Vamos.

Patrick y Daniela salen del lugar y caminan un rato por la ciudad, él le pasa su suéter por los hombros y ella sonríe tímidamente hasta encontrar un buen restaurante. Dos se van a tomar la cena y Patrick está sorprendido por toda la amabilidad de Daniel, hasta le ha invitado a un helado en la calle. Ella se agarra a él, le pregunta para qué le ha invitado a salir.

—Quiero que dones e*****a. Sé que es un pésimo momento y que no es que quieras más hijos y menos la responsabilidad, puedes ser un donador silencioso o nada, incluso pierdes ser el papá o el tío Patrick, pero, tengo cinco óvulos congelados y quiero un solo bebé. —pregunta:—¿Qué dices?

—¿Puedo pensarlo?

—Gracias.

—No es un sí.

—No es un no.

—¿Sabes que puedes comprar e*****a?

—Sí, pero, no todos son guapos y no hablan de la parte emocional, ejemplo, persona amable, protectora, inteligente…

—Daniel me estás haciendo la pelota.

—Tengo casi cincuenta años, es esto o adoptar y sabes que las adopciones en Mainvillage son una mierda.

—Crees que pueda, en tres años sí tendrás cincuenta y en diez en quince serás una mujer mayo con un hijo adolescente.

—Quiero ser mamá, si no me hubiese divorciado a los 37 podría ser mamá normal.

—Voy a pensarlo.

—Claro, háblalo con tus hermanos y tus hijos.

—Muy graciosa, pero, has pensado cómo vamos a manejarlo, mis hijos acaban de perder a su mamá, no puedo aparecer con un niño nuevo de brazos y tú y yo no estamos en una relación, voy a poder ver al niño, vamos a distanciarnos cuáles son las reglas. Dani, un bebé es una vida, ¿te has pensado bien esto?

—Patrick no tengo a nadie, no hablo con mi hermana hace más de diez años, mis padres están… muertos, mi marido me ha dejado por una más joven y mi único amigo eres tú, mi ex el que me engañó para tener una vida de ensueño con otro. Genes buenos puedo conseguir en un banco de e*****a, pero una persona con buenos sentimientos, un buen papá. En caso de que me muera no lo voy a encontrar.

—Daniela no estás sola.

—Sí, lo estoy y quiero esto de toda la vida y hubo un tiempo que lo soñé contigo, sin embargo, te estoy pidiendo por favor, que me ayudes Patrick.

—Me estás pidiendo un hijo Daniela. Sabes que en ningún universo voy a dejar a uno de mis hijos por ahí. A mi esposa… tal vez, pero a mis hijos nunca.

—Te estoy permitiendo ser parte de su vida, podrás ir a actividades, visitarle, que te llame papá, solo…

—Será más tuyo que mío.

—Tengo que pensarlo.

—¿Por qué puedes los hombres tienen todo lo buen? —preguntó antes de ponerse a llorar. Daniela sabía que las lágrimas no hacían que Patrick se compadeciera de nadie, pero, las escenas en lugares públicos le volvían loco, él le abrazó y la escuchó berrear sobre su exesposo robándose su juventud, su belleza, sus buenos polvos y ahora dejándola hasta sin dignidad. Patrick arrugó la cara porque todo con Richard, no era normal, su relación parecía sólida y de la noche a la mañana se había empezado a Comportar como el mayor imbécil del pueblo.

—Bien, lo pensaré, mucho y veremos.

—Eso es un sí.

—Es un deja de llorar, para que pueda pensar.

—En serio no tengo a nadie más a quién recurrir y no voy a molestarte, no pensión, si quieres no le conoces.

—En tu cabeza, tenemos un varón.

—Firat.

—Es un nombre horrible.

—Lo es, solo quería provocarte, ves tendríamos un bebé precioso, con tus ojos y todo lo demás mío.

—Daniela… cómete tu sopita, ¿si?, a ver si te calibras.

Daniela viene con TODO. ¿Qué tal creen que les irá con el coparenting? Leo sus comentarios