George tenía ya una semana que se había reintegrado a sus actividades de la empresa; Henry continuaba los entrenamientos del personal. Mary había dejado de buscarlo por las mañanas al hotel, debido a que había tenido que ocuparse en ayudar a George. Ya tenía más de dos semanas, que casi no hablaba con Henry aunque seguía teniendo la misma necesidad de verlo todos los días; a veces lo sentía distante, quizás resentido por su rotunda negativa a darle una oportunidad de acercarse a ella, otras veces, lo veía como la observaba como un niño que mira algo prohibido y se conforma con solo mirarlo. Ella tambien se había prohibido aquel amor, pero al mismo tiempo lo deseaba y soñaba estar en sus brazos, pero el miedo seguía torturándola. En un momento de receso quedaron solos en el recinto de entr