Florencia. —¿Quién era?. —esta en el baño lavándose los dientes. —Mis abuelos. —me mira sorprendido—. No sé si me escribieron avisando que venían, pero me sorprendió. —¿Qué hago?. —Nada, le dije que estabas y dijeron que ya se habían dado cuenta que tenemos algo. —¿Anoche?. —Si. —me saco el vestido el cual solo tengo una bombacha puesta abajo, proque el vestido no va con corpiño—. Dicen que se dieron cuenta enseguida por como nos comportamos. —Bueno, eso esta mejor. —¿De verdad?. —voy al ropero con él atrás sacándose la ropa también. —Si, porque asi nos ahorramos toda la cosa incómoda y solo voy y saludo. —Es verdad. —aunque estoy sin corpiño me estaba cubriendo con el vestido y me pongo uno enseguida—. Me tengo que comprar ropa loco. —¿Eh? tienes un montón de ropa. —Si, pero