Florencia. Sentada en un escalón de la entrada al edificio con una mochila con ropa, mi documento, tarjeta del banco, un kit con mi cuidado de piel y maquillaje por las dudas, y con el casco en mis piernas espero a Juan, que me dijo que lo espere afuera que pasaba por mi, asi que acá estoy, esperándolo y pensando que anoche no dormí nada, me despertaba a cada rato escuchando ruidos, ruidos imaginarios porque no habia nada y lo sabia, solo que la mente juega con nosotros cuando tenemos miedo y nos hace dar mas miedo, lo aprendí con Cami, que tenia un miedo irracional en todo momento ni hablar de ciertas situaciones. —Hola. —un hombre de unos treinta y tantos queda parado mirándome—. Te vi ayer entrar, eres nueva. —Si. —Soy Dario, vivo en el piso doce. —asiento alzando las cejas diciéndo