Florencia. —Que pinta de enamorada cargas. —vuelvo sonriendo después de acompañar a Juan a qué vaya a trabajar. —Bueno, pasa que lo estoy. —se muerde los labios sonriendo. —Te venia mas que bien la verdad, te ves super bien ahora. —No hablemos de eso, pero si de la alegría que tengo con Juan. —¿Ya lo hicieron?. —Daaa, nos viste como estábamos cuando llegaron. —No tiene nada que ver. —me pone la taza con mas cafe—. Cuéntame, yo te conté mi primera vez. —Bueno, si, lo hicimos hace unos dias y fue, uufff, magnífico. —¿Cómo se comportó?. —Super caballero, ¡no sabes...! —se cruza de piernas sonriendo. —Cuéntame. —Bueno. —acaricio la taza sonriendo—. No me esperaba que sea asi de sabroso el sexo, siempre creí que era doloroso y repugnante. —deja de sonreír enseguida—. Pero Juan me g