—¿Por qué razón me quiere conocer? —preguntó Ale sin ocultar su confusión—. No sabía de su existencia y ahora me dices que quiere conocerme. Grace se rio nerviosa y mordió su labio inferior, mientras le sostuvo la mirada a una Alessia curiosa por saber lo que ella había dicho. —Es que, Pierre sabe de ti hace mucho y, ahora que viajé sola, Jean le ha hecho compañía y parece que hemos salido en la conversación de los hermanos Allard. —Entonces tendremos que hacer lo mismo de ellos, porque me siento en desventaja —bromeó Ale y Grace se rio. —Jean es muy guapo, no tanto como Pierre —aclaró y Ale le sonrió—. Llegarán mañana y te lo puedo presentar. Porque sigues soltera, ¿no? —¡Obviamente! ¿De dónde sacaría un novio? —reclamó Ale y Grace torció la boca. —Yo solo sé, que tu asistente