VANESSA Cuando me dieron de alta del hospital me habían dicho que tenía que tener cuidado por algunos días más y guardar reposo. Sin embargo, sabemos lo que es la vida en la cárcel. Al llegar de nuevo a mi celda no me salvé de ser abucheada por las reos. — ¡Mira que hierba mala nunca muere! —gritó una de ellas. — ¿Cómo te fue en la visita al hospital? —varias de ellas comenzaron a reír.— Tal vez necesites otra visita más. — Lo bueno es que nos vamos a entretener mucho con ella. Era claro que debía tener una manera de sobrevivir a la cárcel, sabía que Marion estaba trabajando en a marchas forzadas por sacarme de aquí. Tenía miedo, pero no me quedaba otra más que vivirlo e idear una manera de sobrevivir adentro. Cuando la guardia de seguridad me dijo que tenía una visita. Sentí un