VANESSA Estaba por ser hora de ir a comer cuando me encontré con Alex en el pasillo cargando un par de bolsas de Uber eats. Sonreí como una boba nada más verlo. Caminó hacia a mí y sin ocultarlo me plantó un beso como saludo. — Hola —me saludó en un tono tan sensual, que traté de no imaginar cosas que no fueran más allá de comer con él, aunque fue casi imposible no hacerlo. — Hola —le respondí mordiéndome el labio inferior.— Pensé que iba a alcanzarte en el salón de ensayos. — No tardan en llegar los bailarines. Vamos a un lugar más privado. Me sonrojé nada más escucharlo. Puso los ojos en blanco sin poder evitar sonreír. — No hablo de ese tipo de lugar, hablo del tipo de lugar a donde voy cuando todo el mundo me abruma. —Me extendió la mano cuando rodeé el escritorio para sali