Norma asiente, camino hacia los asientos indicados y me siento. Ella hace una breve llamada, luego se pone de pie, desapareciendo en el otro extremo del pasillo del que venimos. Unos minutos después, regresa. En sus manos lleva una pequeña bandeja con dos botellitas de cristal, dos vasos largos, también de cristal, y un recipiente parecido a una golosina. Se detiene frente a mí y deja todo sobre la mesa frente a mí. − También traje un poco de agua y unas galletas. —Me dice con la misma sonrisa de bienvenida que me dio en la puerta del ascensor: — No te preocupes, llegas temprano, puedes comer, en cuanto estés listo, te aviso que has llegado. . declara, y mis ojos pican, con lágrimas pidiendo ser derramadas. ¿Cómo podía saber que no había comido nada hoy? ¿Por qué está haciendo esto por mí