La mañana siguiente, Aurora se levantó muy temprano y se marchó a su habitación, no quería encontrarse con William cuando abriera los ojos.
Aurora no bajó a desayunar junto a la familia, había preferido mejor quedarse en su habitación, estar con ellos era pasar momentos irónicamente detestables.
En alguna hora de la mañana, Aurora bajó al jardín, decidió cuidar un poco de las flores naturales que habían allí, al menos eso también las mantendría ocupada.
—Aurora buenos días, no bajaste a desayunar— Dijo repentinamente Paolo.
—No quería pasar un mal momento, últimamente tu hermana se ha propuesto que pase malos ratos— Le respondió con honestidad.
—Ya se que mi hermana es un poco ruda, imagínate, no he podido acercarme a ella, creo que me odia—
—Lamento mucho eso, aunque realmente no te
