Aurora abre la puerta del despacho sin tocar, y para su sorpresa, ve cómo aquella mujer rubia está seduciendo a William. William la besa repentinamente, Aurora hace un ruido con su garganta para interrumpirlos. —Disculpa que te interrumpa William— Dijo Aurora con calma. —Tu eres la esposa de William, eres realmente hermosa— Dijo en tono de burla. —Martha déjame a solas con Aurora— Le dijo desde su asiento. Martha volvió hacia William y lo besó, seguido de eso salió del despacho. —Espero que no vengas a reclamarle que me esté vendando con esa divina mujer— Dijo William tan pronto la puerta se cerró. —William no te preocupes, no voy a reclamarte, no me importa lo que hagas con tu vida— Le respondió con seguridad, no se iba a ver débil ante él. —¿Entonces que quieres?— Preguntó. —Que