Después de pasar momentos agradables, la familia Dexter regresó a la hacienda, al llegar aún era aún poco temprano, por lo que Sofía y Martha decidieron lanzarse al área de la piscina. —Sofía, adelántate, iré a mi habitación un momento, ya te alcanzo— Le dijo Martha retirándose a su habitación. —¡Estaré en el despacho trabajando— Dijo William. Los demás simplemente se retiraron a su habitación, pero antes de que Aurora entrara, Paolo la detuvo. —Aurora, Feliz cumpleaños, de haberlo sabido antes, te juro que hubiese comprado un regalo— Dijo Paolo lamentándose. —¡No te preocupes! Es suficiente para mi con saber tu buena intención— Respondió Aurora mientras tomaba su mano como agradecimiento Sin que lo esperaran, Martha se acerca a ellos, lleva un objeto en su mano y se los presenta.