— ¿¡Qué!? ¡Mientes! — Grito con mucha desesperación, el hombre sonríe con picardía y le hace seña a dos chicos que se acercan hacia nosotros sosteniendo del brazo a Mina y a Gina — ¡Mina! ¡Gina! — Grito muy preocupada al mirarlas asustadas y temblando, ellas al mirarme gritan mi nombre llorando.
— Imbéciles ¡¿Qué pretenden hacer con ellas?! — Gritó Kristhian muy enojado, pero en eso el hombre le da un fuerte golpe con su rodilla a Kristhian en el estómago haciéndolo toser y caer al suelo de rodillas por el dolor.
— No debiste haber escapado así — Dijo el hombre apuntando nuevamente a la cabeza de mi mejor amigo.
— ¡No lo hagas! ¡No lo mates por favor! — Grito muy desesperada haciendo que el hombre me mirara confundido, en eso uno de los chicos se acerca a él con un teléfono en la mano y se lo entrega, el hombre lo queda mirando por un momento, luego guarda el arma y escucho que les dice a sus hombres.
— Tomen a las dos chicas y súbanlas al auto a todas.
Los chicos asintieron con la cabeza y se acercaron a nosotras tomándonos del brazo — ¿Y qué vamos hacer con este joven? Señor ¿Lo matamos? — Preguntó uno de los jóvenes que estaba al lado del hombre haciendo que me descontrole y me suelte del agarre del chico, corro rápidamente hacia Kristhian y me agacho abrazándolo fuertemente.
— ¡No le van hacer nada! ¡Déjenlo en paz! — Grito con voz demandante haciendo que Kristhian me mirara sorprendido, luego toma mi brazo diciéndome con poco aliento:
— Blerd no lo hagas…
Uno de los hombres me toma del brazo nuevamente separándome de Kristhian y me cubre la nariz y la boca con un pañuelo con formol haciendo que pierda el conocimiento lentamente, solo escuchaba los gritos de Mich, de mi prima y mi hermana decir mi nombre hasta que todo se vuelve oscuro y no puedo oír nada.
Hasta que veo una pequeña luz a lo lejos y corro hacia ella, llegando a un pequeño arroyo, estaba como en un bosque tranquilo donde solo se escuchaba el canto de las aves y el sonido del agua, en eso siento que alguien se acerca lentamente hacia mí y dice mi nombre en un susurro, cuando volteo para mirar a esa persona me despierto de un salto y miro los alrededores rápidamente muy asustada y con la respiración agitada, estaba en un auto, a mi lado estaba Gina que me miraba muy preocupada diciendo mi nombre para tranquilizarme.
— ¿Qué sucede? ¿Dónde estamos? ¿Y Kris dónde está? — Pregunto muy desesperada mientras mi prima acariciaba mi espalda para calmarme.
— Tranquila, Kris está en otro auto — Respondió mi prima haciendo que volteara a mirarla confundida mientras ella me sonreía — Mina y Mich también están en otro auto — Dijo haciéndome sentir más tranquila, agacho la mirada soltando un pequeño suspiro, gracias a Dios que ninguno salió herido.
Miro los alrededores del auto, extrañamente no podía mirar bien el paisaje por los vidrios, solo podía mirar al frente, ya era de noche. Cuando nos secuestraron ni siquiera eran las 2, miro al conductor y al hombre a su lado que iba hablando por teléfono, pero como estaba hablando en voz baja casi no podía entender lo que decía, solo llegué escuchar >> Ya tenemos a las tres chicas que me dijiste << miro hacia Gina que estaba tratando de ver por la ventana de la puerta pero era imposible ¿Con que la habían forrado?
— ¿A dónde nos dirigimos? — Pregunté muy preocupada haciendo que el hombre que estaba del lado del copiloto volteara a mirarme.
— Eso lo sabrán muy pronto señoritas, mientras tanto descansen… — Respondió, luego volvió a mirar al frente mientras yo lo miraba confundida ¿En serio iba a decir que descanse después de haberme secuestrado? Miro hacia Gina que lo queda mirando con mucho miedo.
— ¿A ti te durmieron también? — Le pregunto en voz baja a Gina para que ellos no escucharan.
— No, solo a ti… fuiste la única que le desobedeciste — Respondió Gina mientras voltea a mirarme.
— ¿Qué sucedió con Kris? — Pregunto seguidamente mientras ella me mira y agacha la mirada un poco pensativa y haciendo una mueca de confusión.
— El hombre que está del lado del copiloto, después de que te desmayaran dijo que a Kristhian no lo iban a matar, que la nueva orden es que lo llevaran con vida al lugar — Respondió Gina un poco preocupada haciendo que la mirara confundida ¿A qué lugar se refería?
En eso el auto se detiene y el hombre se baja de él, luego abre la puerta para que nosotras nos bajáramos del auto, rápidamente Gina baja del auto y queda mirando los alrededores mientras yo me bajo también.
— Blerd mira — Dijo mi prima señalando hacia una enorme mansión rodeada de un enorme paredón de concreto, pero arriba había alambres que me imagino tenían corriente, los portones eran enormes, mientras Gina y yo contemplábamos el lugar dos jóvenes se acercaron a nosotras con Mich y Mina que también quedaban mirando con asombro la mansión.
En eso el hombre se acerca a una pequeña pantallita que estaba al lado del portón y presionó un botón haciendo que de él se escuchara una voz de una mujer decir:
— Ya era hora que llegaran ¿Trajeron lo que les ordené?
— Si, señorita Katherine — Respondió el hombre, luego volteó a mirarnos detenidamente por unos segundos — ¿Qué vamos hacer con los otros dos? — Preguntó volteando a mirar hacia la pantalla nuevamente.
— Llévalos con los demás, y las tres chicas tráemelas aquí a mi oficina — Ordenó la mujer seguidamente cortando la llamada haciendo que Mina, Gina y yo nos sorprendiéramos al escuchar su conversación, en eso el hombre se acerca a los dos jóvenes y le da la orden de llevarse a Mich.
— ¡No! ¡Yo no voy a ningún lado sin ellas! — Gritó Mich muy desesperada mientras Gina y Mina la agarraban de los brazos para evitar que los hombres se la llevaran.
— ¡Déjenla! ¡¿Qué le van hacer?! — Exclamó Mina rápidamente haciendo que uno de los jóvenes la tomara del brazo e igual a Gina apartándolas de Mich, ella gritaba muy desesperada mientras se la llevaban bajo la atenta mirada de mi prima, mi hermana y yo.
En uno de los autos, se bajan dos hombres que llevaban a Kristhian esposado de las manos, al mirarlo rápidamente grité su nombre, pero no me escuchó, el hombre encargado se acerca a nosotras diciéndonos fríamente:
— Acompáñenme…
El hombre se acerca a los portones haciendo que estos se abran automáticamente, él entra al lugar mientras Gina, Mina y yo lo seguimos, miro a los alrededores, nada más el frente de la mansión era muy grande, había enormes fuentes de aguas y mucha vegetación y flores, rápidamente me detengo al mirar una fila de puros jóvenes, les calculaba de 15 a 25 años, todos estaban esposados de las manos y caminaban hacia la puerta trasera de la mansión.
— ¿Por qué se detienen? — Preguntó el hombre con voz demandante haciendo que volteara a mirarlo sorprendida, luego sigo caminando sin dejar de mirar a todos esos chicos y chicas ¿Qué tenían pensado hacer con nosotros? Entramos a la gran mansión, su decoración de color dorado con blanco era muy hermoso, para nada tenebrosa.
— Es muy bonita ¿No lo crees? — Preguntó Gina en voz baja mientras contemplaba el lugar.
— ¿A dónde nos lleva? — Preguntó Mina un poco nerviosa mientras el hombre avanzaba al frente de nosotras.
— Con la señorita Katherine, es la dueña de esta mansión y nuestra señora — Respondió el hombre deteniéndose al lado de una puerta y tocando cuatro veces, en eso un chico alto de cabello n***o y mechas rojas sale del lugar mirándonos detenidamente, su mirada era muy intimidante — Mi señor — Dijo el hombre haciendo una reverencia mientras el chico lo queda mirando y sigue su camino sin decir una sola palabra.
— Que descortés — Susurró Mina mientras lo miraba con decepción, miro al chico que se aleja poco a poco de nosotros, por alguna razón se me hacía muy familiar, en eso escucho la voz de una mujer dándonos la orden de pasar a la habitación, el hombre señala hacia la puerta diciendo:
— Pueden pasar señoritas…
Mina y Gina se miraron entre sí un poco preocupada y entraron al sitio sin decir una palabra mientras yo aún lo estaba pensando si pasar o no, no sabía que intensiones tenían esas personas con nosotras, pero no podía hacer nada ya que estaba en total desventaja.
Entro al lugar y miro que es una habitación con la decoración de color vino tinto con n***o, muy diferente a la del pasillo, en uno de los muebles miro una mujer sentada, era muy hermosa, su piel pálida y rubia, ella al mirarme camina lentamente hacia nosotras con una pequeña sonrisa.
— Que bueno que llegaron, las estaba esperando — Dijo aquella mujer muy emocionada, se veía que era una persona muy amable, pero como dice el dicho “Las apariencias engañan” — Mi nombre es Katherine Bonger, la dueña de esta grande y maravillosa mansión — Se presentó muy emocionada mientras se volteaba y se volvía a sentar en su mueble.
— ¿Por qué estamos aquí? — Preguntó Mina rápidamente con su voz muy seria haciendo que la mujer la mirara con una pequeña sonrisa pícara.
— Directo al grano, eso me gusta — Dijo la mujer mientras tomaba de su mesa una copa de vino y bebía un sorbo — ¿Han escuchado de los lobos bestias? — Preguntó la mujer mirándonos detenidamente.
— ¿Lobos bestias? — Preguntó Gina confundida mientras la mujer sonríe y cruza sus piernas.
— Lobos Bestias, criaturas con poderes sobrenaturales nada más con una gota de su sangre puedes ser MUY fuerte e inmortal — Confesó la mujer haciendo que Gina y Mina se sorprendan.
— ¿Y eso que tiene que ver con nosotras o esos jóvenes que secuestraste? — Pregunto muy molesta haciendo que lo mujer me mire fríamente.
— Solo los jóvenes pueden soportar el poder que tienen esas bestias, por eso los traemos acá — Respondió la mujer con una sonrisa sínica haciendo que Mina y yo la miráramos con mucho miedo.
— Ósea ¿Los secuestran para hacer experimentos con ellos? Que despreciable son — Confesó mi hermana muy enojada haciendo que la mujer la mirara.
— Nada que ver princesa, solo les cumplimos sus deseos, todo ser humano desea poder en su vida y nosotros se lo concedemos… llamémoslo un favor — Respondió la mujer tranquilamente mientras Mina agacha la mirada muy enojada.
— ¿Por qué nos trajiste acá? ¿Qué nos hace diferente al resto? — Pregunto.
La mujer nos mira y nos sonríe con malicia, en eso me toman de los brazos al igual que a mi prima y a mi hermana mientras la mujer camina hacia nosotros con una copa de color plata en ella había un líquido rojo que emitía un brillo.
— Te equivocas cariño, ustedes no hacen ninguna diferencia… — Dijo la mujer deteniéndose al frente de nosotras, en eso ella se acerca a Gina y uno de los hombres sostiene la cara de mi prima haciendo que ella grite pidiendo ayuda, nosotras no podíamos hacer nada para ayudarla, también nos tenían sujetadas.