—Tienes que aprender a controlarte y para eso Luci te ayudara —Comentó Gabriel. Asentí sin más, aunque no me gustara la idea. — ¿Y si no aprendo a controlarme? —pregunté en un susurro, manteniendo mi mirada en el suelo. Estaba demasiado confundida y asustada. No sabía que debía de hacer de ahora en adelante. —Acabarías con todo a tu alrededor —explicó Caleb, rápidamente alcé mi mirada hacia él. — ¿Acaso puedo hacer eso? —los miré horrorizada a ambos, me levanté de aquel sillón donde había permanecido por varios minutos después de que Caleb me dijera el cambio de color de mis ojos. Quería una explicación. —Eso y más mi Luna —Gabriel se acercó y me abrazó—. Pero tranquila, no dejaré que eso suceda. Le devolví el abrazo, posando mi rostro en su pecho. El suave latir de su coraz