—Buscaremos otra ayuda, tiene que haber otra solución…solo tenemos que investigar y la encontraremos. Habló Caleb, mientras trataba de convencerme. Estaba caminando de un lado a otro como un perro enjaulado. Quise reírme por mi pensamiento. —Esta es la única solución Caleb, además, no tengo tiempo —suspiré rendida—. Faltan nueve días. El negó con sus ojos vidriosos. —Si lo haces, te perderé…todos te perderemos Emmi. Entiende, será como si nunca hubieras existido. No te acordaras de nada, empezaras de cero. Se acercó hasta mí con una mirada completamente herida. —Hablas como si pensaras que esto no me duele —susurré—. Por más que apagué el botón de mis sentimientos aparentemente, es algo natural sentir y sí, me duele. Me duele saber que no importa todo lo que haga, al final del día n