Se que tuve que detenerlo, pero no pude, en el momento en que Bruno empezó a besarme sabía que no podía detenerme. Y se que hice mal, en el internado nos enseñaron que esto tenía que pasar con el hombre con el que nos casaríamos y pasaríamos toda nuestra vida juntos. Siento los ojos de Bruno escanearme, esperando una respuesta. Miro el anillo en mi dedo y aunque me queda un poco grande, es muy bonito. – Si, me casare contigo. Me vuelve a besar, siento su mano como la pasa por mi pierna. A lo que me hace soltar un leve gemido, que el toma a su favor para meter su lengua a mi boca. Por la falta de aire nos alejamos, me toma como si fuéramos recién casados y camina al baño. – Futura señora Santana, que le parece si nos damos un baño. Escucharlo decir eso hace que sienta mariposas en mi e