—Si tienes suerte van a despedirte. Si no la tienes van a matarte.
Luisa apretó sus manos con nerviosismo mientras estaba sentada en la sala de espera junto a Cris.
Después de que la ambulancia llegara ella convenció a Cris de que fueran junto a la única hija de Derek Walk en la ambulancia. No había nadie más que la servidumbre en la casa, era como si Ada hubiese sabido cuando era mejor momento para hacerse daño.
Luisa sabía que sería su fin después de lo que había hecho, pero simplemente no pudo evitar simpatizar con la problemática mujer. ¿Cómo un padre podría ser tan cruel con sus propios hijos al grado de torturarlos y usarlos de esa manera?.
Suponía que era demasiado estúpida para haberse metido con la familia equivocada pero ya nada se podía hacer. Había peleado tanto para llegar al puesto que tenía y para poder llegar a trabajar con una de las mejores familias y lo perdería todo en un segundo.
De nuevo no se arrepentía. De lo que si se arrepentiría es de quedarse con las manos cruzadas, ese sería un peso con el que no podría vivir
Mientras Ada seguía en operación Luisa sentía que el sueño la estaba alcanzando. Cabeceó un momento y al siguiente Cris estaba frente a ella con un vaso de café.
—Te dormiste media hora, necesitas estar en tus cinco sentidos ahora.
Luisa se sorprendió al haber dormido tanto cuando para ella fue apenas un pestañeo, recibió el café de Cris que traía el propio y se sentó junto a ella. La sala de espera estaba más vacía que la última vez que la vio pero seguía habiendo gente a su al rededor, es por esta razón que el registro de Ada tuvo que mantenerse en el mayor anonimato, la familia Walk era demasiado famosa para pasar inadvertida.
Estaba por llevarse el café a los labios cuando vió a una pequeña mujer llegar corriendo frente a la recepcionista, su conversación, sin embargo, fue lo que llamó su atención.
—¿Ada Walk esta internada aquí?
La recepcionista pareció incomoda por la energía desesperada de la chica.
—No puedo proporcionarle esa información.
—Por favor, mi esposo es su hermano, necesito saber que esta bien.
La recepcionista bajo las ordenes de Luisa pareció inaccesible. La guardia se dió cuenta de que la chica parecía tener unos cuantos meses de embarazo.
—¿Quién es tu esposo?— le preguntó Luisa acercándose desde atrás.
La pequeña chica se giró hacia Luisa. La chica pareció un poco incomoda en su presencia. Luisa lo entendía, la chica parecía una delicada muñeca de porcelana y ese embarazo solo la hacía ver mas frágil, Luisa por otro lado era una mujer alta y entrenada, con un cuerpo fuerte y ágil, su uniforme n***o y su coleta perfectamente peinada en lo alto solo acentuaba su fuerte presencia.
—¿Quién es tu esposo?
Repitió la pregunta.
La mujer menuda la miró detenidamente antes de responder.
—Azael Walk.
Luisa se sorprendió ante esa respuesta. Azael Walk era el hijo favorito de Derek Walk, eso lo sabía todo el mundo. Si ella era su esposa, Luisa y la recepcionista estaban en grandes problemas. La recepcionista pareció pensar lo mismo por que pareció de pronto incomoda y arrepentida de su actitud inicial.
—¿Dónde esta Ada?— preguntó la esposa de Azael Walk de pronto con una sorprendente fuerza para la imagen de fragilidad que desprendía.
Luisa tragó saliva antes de responder.
—La señora Ada Walk se encuentra en cuidados intensivos, aún no tenemos información sobre su situación.
La chica se llevó una mano al vientre como si fuera un reflejo ante su nerviosismo y las malas noticias.
—¿Se encuentra bien señora Walk?— preguntó la recepcionista de pronto muy acomedida y amable.
La chica la pasó por alto y caminó directo hacía la sala de espera sin esperar ayuda u otra cortesía de nadie.
Luisa intercambió miradas con la recepcionista que parecía también preocupada tanto por su descortesía con una mujer tan importante como por el estado del embarazo de la chica, era claramente un embarazo avanzado. La delgadez de la chica solo hacía ver el embarazada mas notorio y grande.
Si estaba embarazada del hijo favorito de Derek Walk y algo llegaba a sucederle en su presencia estarían acabadas.
—¿No iban a contactar a su hermano?— preguntó Luisa.
La recepcionista se encogió de hombros como si tampoco supiera.
Finalmente se decidió a ir junto a la joven chica. Se sentó a su lado y las invadió un incomodo silencio. Finalmente una dulce voz llena de preocupación llegó a los oídos de Luisa.
—¿Cómo ocurrió?
Luisa miró a la chica reclinada hacia atrás en el asiento como si el peso de su estómago fuese mucho para su espalda menuda.
—No lo sabemos, cuando entramos a su habitación ya había sucedido el accidente.
—¿Entonces no vieron quien lo hizo?
Luisa negó con la cabeza.
—Pero honestamente creo que es posible que se lo hubiese hecho a sí misma.
La chica miró a Luisa ante su declaración.
—¿Por que Ada se lastimaría de esa manera?
Luisa negó con la cabeza de nuevo pero fue más por sorpresa que nada. La pequeña chica hablaba de Ada Walk con tanta naturalidad como si fueran realmente cercanas.
¿Cómo una chica que lucía tan frágil había sobrevivido en una familia de depredadores?
Aún que si la observaba con atención había una sombra de dolor sobre sus ojos como si hubiese pasado por mucho dolor para mostrar la fuerza que había en cada palabra qué salía de su boca.
Como si su apariencia frágil no coincidiera con su fuerza interior.
—¿Por qué no vino tu esposo contigo?— no pudo evitar preguntar.
La chica se tensó ante la pregunta. Luisa se arrepintió de hacerla.
—No lo sé , solo espero que él este bien. Parece que sabe mejor que yo lo que ocurrió con Ada y no tiene intención de dejarlo pasar.— solo espero que Masón pueda detenerlo a tiempo.
La guardia se sorprendió ante la mención de Mason, si bien la chica parecía hablar con sigo misma en esa última frase fue sorprende también la informalidad con la que se dirigía a Mason. Sabía que Mason se preocupaba por Ada pero…
¿Hasta que grado estaba Mason involucrado con esa familia?
Cuando Mason llegó al edificio donde trabajaba Ramsés el auto de Azael ya estaba ahí, terriblemente aparcado por cierto.
Se bajo de su propio auto y entró al edificio. Tuvo que proporcionar su identificación un par de veces lo que solo lo retrasó más. Sabía donde esta Ramsés sin preguntar. El desgraciado no lo sabía pero así como Ramsés le había instalado un localizador en el auto, Mason le había instalado un localizador en el teléfono.
Cuando llegó a la sala de juntas se encontró con una escena formidable.
El gran Azael Walk estaba golpeando a Ramsés con una ira bestial. Había dos hombres de seguridad intentando separarlos pero les era imposible quitar a Azael de encima de Ramsés.
Mason se detuvo en el umbral de la puerta para apreciar el espectáculo.
Solo se decidió a acercarse cuando se dió cuenta que Ramsés ya había perdido mucha sangre y sin duda tenía varias contusiones, si Azael seguía golpeándolo así lo mataría.
Ramsés no merecía morir de manera tan sencilla.
A diferencia de los inútiles guardias Mason logró tirar de Azael fuera de Ramsés aun que no de manera sencilla. Azael se giró hacía Mason para golpear también a cualquiera que intentara detenerlo pero Mason logró bloquear su golpe y le dió un puñetazo que lo envió al suelo también.
No quería lastimarlo realmente pero Azael estaba fuera de control.
Azael pareció recuperar un poco de autocontrol una vez en el suelo. Miró a su alrededor como si de pronto despertara de un sueño extraño. Ramsés estaba en el suelo completamente inconsciente, las personas al rededor miraban el espectáculo aterrorizadas, definitivamente aquella acción no era buena para la imagen del gran Azael Walk, pero Azael no era el único que había manchado su imagen ese día. Las palabras que le había dedicado a Ramsés se habían quedado en los oídos de todos los presentes sin falta. Ramsés había golpeado a la hermana de Azael, a Ada Walk, la única hija de Derek Walk.
La noticia correría pronto y los medios no se lo perdonarían.
Mason sonrió para si mismo.
Todo estaba saliendo tal y como lo había planeado.
Mason estaba por ayudar a Azael a levantarse cuando su teléfono comenzó a sonar.
Era del número no dirigible que le dió a Nicol.
El miedo se fue directo a su estomago ante la rápida llamada.
¿Qué podría haber pasado en tan poco tiempo?
—¿Nicol? ¿Qué ocurre?— preguntó apenas descolgó.
—Ada esta en el hospital.
En ese momento fue Mason quien tuvo que ser controlado.
—Me colgó— dijo Nicol mientras la guardia seguía a su lado. Nicol despertaba en Luisa, y en las personas a su alrededor en lo general, un instinto protector que no podían evitar, no quería dejar a la menuda chica embarazada sola, especialmente siendo la esposa de Azael Walk.
Le sorprendió, sin embargo que la chica llamará al teléfono de Mason con total naturalidad.
Se quedaron en silencio por varios minutos.
Entonces Luisa no pudo evitar preguntar.
—¿Por qué debes avisarle a Mason? ¿No sería mejor llamar a su esposo?
Nicol levantó la cabeza y miró a la chica con tal rabia que Luisa casi se encogió en su lugar ante la pequeña mujer.
—Mason es…— Nicol se quedó callada como si sopesara su respuesta antes de decir— ella es su responsabilidad.
Luisa pudo ver más allá de la respuesta distante.
—Su relación va más allá de eso ¿no es así?—preguntó sin rodeos.
Nicol miró al suelo y luego al frente a la distancia con dolor. Cuando parecía que iba a decir algo más un estruendo de personas haciéndose a un lado llegó a sus oídos.
A Nicol le sorprendió ver a Mason discutiendo con uno de los médicos.
No habían pasado mas de diez minutos desde que lo había llamado. ¿Cómo demonios había llegado tan rápido?
—Lo siento pero solo puedo proporcionarle esa información a familiares directos— dijo el medico.
—Entonces hable conmigo, soy su hermano— dijo Azael llegando tras Mason con la misma expresión sin aliento. Azael estaba desalineado de una forma que hizo difícil reconocer al hombre de negocios impecable que todo el mundo conocía especialmente por la sangre goteando de sus nudillos y manchando su camisa. Nicol sintió una punzada de dolor en él vientre al pensar que esa podría ser la sangre de Azael.
Por esta razón el doctor tardó en reconocerlo. Cuando finalmente lo hizo su expresión cambió.
—Será mejor que hablemos en privado.— le dijo el doctor al ver la atención que habían llamado a su alrededor.
El doctor los guió a la sala de espera separada donde Nicol y Luisa esperaban.
En cuanto Azael vió a Nicol su expresión de preocupación profunda cambió a una de sorpresa seguida de una de rabia.
—¿Qué haces aquí?
Nicol se sobresaltó ante la voz molesta de su esposo.
Luisa se levantó instintivamente cuando Azael se acercó hacía ellas como si temiera que este le hiciera daño a la chica a su lado. Parecía demasiado furioso y no quería ver a otra mujer en urgencias y menos a manos de su esposo.
Azael miró de reojo a Luisa antes de volcar su atención en su esposa.
—Llamaron a la casa cuando te fuiste, así que vine en tu lugar.— dijo ella.
De pronto Azael se abalanzó sobre ella y Luisa estuvo a dos segundos de sacar su arma oculta cuando el hombre fuerte y furioso en lugar de agredir a la chica como Luisa esperaba solo la envolvió en sus brazos con fuerza.
La chica pareció sorprendida por el gesto también pero lo respondió después de poco tiempo.
—¿Podrías dejar de ponerte en riesgo al menos una vez?.
—No— bromeó ella y él rió en respuesta.
—Tendré que aprisionarte entonces.
—Me importa una jodida mierda sus estúpido protocolos de hospital. Necesito saber a detalle en que estado llegó Ada AHORA.
La pareja y Luisa se volvieron hacía Mason cuando su rabia se hizo presente.
No sabían que tipo de conversación había tenido con el medico o que le había dicho este para molestar tanto a Mason pero en ese momento el medico estaba siendo sostenido de las solapas de la bata mientras Mason que era mucho mas alto y grande en comparación lo miraba como si fuese a quebrarle en cuello en cualquier momento.
—Mason suéltalo— le ordenó Azael pero Mason hizo poco por escucharlo.
—Se negó a darme información sobre Ada.
Azael se acercó a Mason e intentó tirar de él lejos de medico pero Mason era fibra inamovible.
—Te prometo que lo haré hablar si lo sueltas, pero si haces una escena nos sacaran del hospital y ni tu ni yo sabremos nada al respecto.
Masón pareció relajar su agarre ante sus palabras pero no soltó al medico.
—Mira quien habla sobre hacer una escena.— le dijo a Azael con burla.
Finalmente se alejó del medico con calvicie que había perdido el color en el rostro.
En ese momento una doctora se acercó a ellos, por su apariencia parecía que hacía poco que había salido de una cirugía.
—Familiares de Ada Walk.
Los cuatro presentes se giraron a la doctora.
—¿Cómo se encuentra?— fue Nicol la primera en preguntar.
La doctora suspiró con cansancio lo que no hizo nada por tranquilizar a los presentes.
—Ella perdió mucha sangre, logramos… logramos controlar la situación y ella ahora esta estable.
La doctora pudo ver como la presión se iba de los hombros de los hombres presentes lo que solo le hizo más difícil las siguientes palabras que iba a decir.
—Sin embargo, no logramos salvar al bebe. Lo lamento mucho.
Nota de la autora: Personitas bellas muchas gracias por todo su apoyo y cariño, no olviden seguirme por las r************* de mis libros para no perderse, sorteos, descuentos y noticias sobre los mismos. i********: anjiluz_z.b, a nuestro grupo de f*******: Anjiluz Z.B | Escritora, dentro de este grupo se encuentra también un link al grupo de w******p: Lectoras de Andrea Zárate donde podemos dialogar más personalmente, responder sus dudas y comentar sobre los capítulos.
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