—Necesitamos tu ayuda.
Esas palabras saliendo de la boca de Dante. El tono de suplica en su voz era algo que Ada jamas pensó escuchar. Dante era de sus hermanos el que mas se parecía a Derek Walk en todos los sentidos, era cruel, inhumano y no se preocupaba por nadie que no fuera el mismo.
—Entren— fue su respuesta haciéndose a un lado para dejarlos pasar.
Ada los dirigió hasta la sala principal en los sillones blancos frente a la chilena eléctrica. La casa estaba a oscuras a excepción de la luz de la chimenea.
—¿Y bien?— preguntó ella sentándose en uno de los sillones individuales donde siempre solía sentarse Ramses. Dante y Azael se acomodaron en los lugares más próximos.
Mason se había mantenido al margen pero cerca, siempre cerca de Ada. Si alguien en la sala intentaba hacerle daño a Ada, Mason les arrancaría la garganta antes de que tuvieran tiempo de respirar.
Dante que notó inmediatamente la presencia de Mason se volvió hacía Ada algo incomodó.
—Primero te agradecería si le pides a tu enorme guardia oculto si nos deja solos unos segundos.
Ada miró hacía donde Mason estaba manteniéndose oculto en la sombra.
—Mason, sal de ahí— le dijo ella buscando que se acercara. Ramses no estaba presente y Ada no tenía la energía de disimular que su relación era cien por ciento profesional.
—No me iré— dijo Mason sin dejarla hablar.
Ada no pudo evitar sonreír ante su actitud berrinchuda. Mientras que para cualquier otra persona Mason resultaría realmente intimidante en su actitud hostil, Ada miró a Mason como a un niño berrinchudo que no aceptaría un no por respuesta.
Dante y Azael intercambiaron miradas ante las extraña dinámica entre Ada y su chofer.
—No tienes que irte solo siéntate en algún lado como una persona normal.— le dijo ella señalando los sillones vacíos.
—Aquí estoy bien— respondió Mason dando un paso atrás negándose a moverse.
Ada suspiró sin estar realmente molesta y se volvió hacía sus hermanos con una expresión serena.
—El se queda.
Dante pareció resignado por que solo se acomodó mejor en el sillón.
—¿Y tu esposo?— le preguntó Dante— no me gustaría que él se enterara de esta conversación. Ya tenemos suficiente con el… interés de tu chofer.
Mason le gruñó a Dante desde el otro lado de la sala.
—Esta en un viaje de negocios, no volverá hasta mañana en la noche.
Dante asintió y pareció más cómodo para explicar.
—Mi padre tiene a Nicol y a… Sandra.— para Ada no pasó desapercibida la forma en que el nombre de “Sandra” salió de los labios de Dante.— Se las arregló para tomarlas a las dos— Ada sintió a Mason acercase ante las palabras de Dante.
Ada apretó con fuerza el sillón tratando de mantenerse en una pieza.
¿Derek Walk no iba a detenerse?
De pronto algo mas vino a su mente.
—¿Sandra?— preguntó de pronto— ¿por qué Derek Walk se metería con la hermana de Nicol?… es más ¿por qué pareces tan preocupado por ella, Dante?
Para sorpresa de Ada, Dante no pudo sostenerle la mirada y miró el suelo sin responder. Azael estaba tensó e incomodo a unos pasos, parecía saber la respuesta pero no parecía tener la intención de decirla.
—¿Por qué su nombre sale de tu boca como si te quemara y te consumiera?
Ante las palabras directas de Ada, Dante levantó la mirada.
—Por qué la amo. Por que la convertiré en mi esposa.
La sala se quedó en silencio. Incluso Mason pareció perplejo. ¿Amor? Realmente esa palabra había salido de la boca de Dante, el mas despiadado de los hermanos Walk.
Ada estaba segura que había una historia interesante detrás de esa declaración pero sabía que no era el momento para un interrogatorio.
—Creo que tengo una idea de como podemos localizarlas ¿Mason podrías traer la computadora de Ramsés?
Mason dudo un momento reacio a dejarla sola pero finalmente la escuchó.
Volvió poco después con la computadora en las manos.
—Sus contraseñas siempre son tan estúpidas, no es difícil adivinar ninguna de ellas. Además me ha confiscado todos los teléfonos y computadoras que he tenido así que he tenido que aprender algunos trucos.
Ada no pensó muy bien lo que decía hasta que las palabras salieron de su boca. Maldijo internamente al notar la expresión de rabia de Azael.
Si el mayor de sus hermanos descubría lo que Ramses le hacía sería el fin. Azael jamas lo dejaría vivir.
—¿Cómo que te los ha confiscado?— dijo y la ira era clara en su voz.— ¿Con que maldito derecho?
Ada apretó las teclas de la computadora sintiendo la rabia invadirla a ella también.
—Con el mismo derecho con el que mi padre arregló mi matrimonio con Ramsés, con el mismo derecho con el que él obligó a tu esposa a firmar un contrato por la vida de su padre.— dijo señalando a Dante a su derecha— y con el mismo derecho con que ha tomado a las mujeres que aman para manipularlos.
Azael bajó la mirada, parecía frustrado y desesperado. Ada no lo culpaba, habían tenido la maldita mala suerte de nacer hijos del peor de los diablos.
Se quedaron en silencio el resto de tiempo que le tomó a Ada encontrar los documentos donde Ramses tenía toda la información de sus socios comerciales.
—¿Qué es esto?— preguntó Dante.
—Son los pagarés y tratos que Ramsés a hecho con mi padre, todos han sido enviados aquí desde punto de encuentro de mi padre con mi esposo, si los rastreamos podemos encontrar posibles lugares donde se han llevado a Sandra o Nicol.
De pronto Ada recordó algo.
—¿No estaba Caín vuelto loco por que su alumna hacía desaparecido con ese embarazo escandaloso?
Dante asintió como si comprendiera a donde quería llegar Ada.
—¿Tu crees que…— preguntó Azael dejando la idea incompleta en el aire.
—Creo que esto fue perfectamente planeado por Derek Walk. Las tiene a los tres y nos tiene a nosotros justo donde quería.
Ada bajó los ojos con dolor al darse cuenta que Derek Walk les estaba haciendo a sus hermanos lo que hizo con ella. Quitarles lo que mas amaban y utilizarlo para someterlos.
—¿Ada?— la llamó Azael sacándola de sus pensamientos. La pregunta que le siguió a sus palabras la dejaron seca.— ¿Qué es lo que tiene mi padre de ti?
Ada sintió la cercanía de Mason prácticamente pegado a la espalda del sillón como si esperara cualquier señal para saltar por ella.
Ada le hizo un gesto con la mano para que se tranquilizara antes de responder.
—Algo tan valioso para mi que me arrodillaría ante él y besaría el piso si me lo pidiera. Algo tan valioso para mí como lo es Nicol para ti.
Azael se quedó mudo ante su respuesta directa.
—Ya me parecía extraño que estuvieses dispuesta a casarte con un hombre como Ramsés siendo la bomba de irreverencia que eres.— le dijo de pronto Ada y ella no pudo evitar recibir sus palabras como un alago.— ¿No piensas decirnos que es? Podríamos ayudarte.
Ada negó con la cabeza. Solo ella podía ayudarse a si misma. Esta era una guerra entre su padre y ella no involucraría a sus hermanos y las familias que estaban logrando formar pese a Derek Walk.
—No por ahora, pero hay algo que tenemos que hacer de inmediato.
—¿Qué cosa?— preguntó Azael.
Dante cerró la computadora respondiendo por Ada.
—Hay que avisarle a Caín.
Ada estaba feliz de poder ver finalmente a su hermano. Caín había estado tan ausente y después de todo lo que estaba pasando en su propia vida no había tenido oportunidad de saber como se encontraba.
Entraron al edificio departamental y tomaron el elevador hasta el Penthouse. Cuando Caín abrió la puerta Ada apenas pudo reconocerlo. Su camisa arrugada y esa expresión de frustración profunda estaba lejos de la imagen de hombre despreocupado que Ada tenía de su hermano.
Caín detuvo su mirada en Ada y pareció relajado, después miró a Azael y pareció confundido pero cuando miró a Dante él enloqueció.
Se abalanzó sobre este sin poder controlarse.
Azael tuvo que sostener a Caín y Ada tuvo que ponerse en el medio para que este no matara a Dante en ese mismo momento. Pero Caín era obstinado, siguió tirando de Azael hasta que este no pudo sostenerlo más y se abalanzó de nuevo contra Dante.
Caín le dió un puñetazo que lo lanzó al piso.
Entonces Caín se encontró de frente con Ada que no se movió un centímetro.
—Hazte a un lado— le gruñó intentado empujarla.
—Deja de portarte como un niño y escucha.
Ada desconocía los asuntos pendientes que tuvieran Caín y Dante. Y sabía que Dante no era precisamente una persona fácil de querer pero cada segundo que pasaban peleando entre ellos era un segundo más en que no sabían lo que podría estar pasando con Sandra, Nicol y Enya.
—No voy a escuchar a ese hijo de puta. ¿Por qué estas confiando en él?
—Por qué no tenemos otra opción. En este momento él también es una víctima de Derek Walk.
—No confío en él.— dijo Caín mirándolo con los ojos de un perro rabioso.
—Ya somos dos— admitió Azael tras Caín cruzándose de brazos con impaciencia.
—Nadie aquí confía en nadie que quede claro— exclamó Ada subiendo la voz— Pueden seguir con su pelea de egos y su falocentrismo o pueden elegir comportarse como los adultos que son y buscar a sus mujeres antes de que sea demasiado tarde. Si deciden, sin embargo, seguir actuando como niños tomaré mi maldito auto y los dejaré matarse unos a otros.
Tras sus palabras el silencio llenó el lugar y los tres parecieron cachorros golpeados con un periódico.
Ada suspiró con alivio.
—Muy bien, comenzamos a trabajar entonces.
Ada salió del departamento para tratar de contactar con Jessica. Odiaba involucrarla de nuevo en una mierda más de Derek Walk pero no tenía otra opción. No si Nicol estaba en peligro mientras esperaba en su vientre al bebe de su hermano. Y Sandra, la hermana mayor de Nicol… Ada aún deseaba saber como esa linda y extravagante chica de cabello naranja había logrado que el demonio despiadado de su hermano se doblegara ante ella al grado de volverse loco por buscarla debajo de cada maldita piedra si era posible. Al grado de que Derek Walk la había secuestrado por que estaba seguro de que Dante haría lo que fuera por ella.
Y parecía que así era.
Usó un teléfono de monedas para que no pudieran localizar la ubicación de Jessica que debía seguir oculta para el mundo.
Le explicó la situación a Jessica que escuchó en silencio sin juzgar ni hacer preguntas innecesarias. Era realmente una excelente detective y Ada lo sabía.
—Puedo entrar a las cámaras de seguridad y rastrear el camino que pudieron seguir las chicas.— por el ruido y la forma de hablarle a Ada no le sorprendiera si Jessica estuviera ya buscando la forma de entrar a las cámaras de seguridad.
—Gracias, siento estar pidiéndote hacer esto otra vez, la última vez terminó tan mal que me sorprende que aceptes ayudarme de nuevo.
Jessica resopló al otro lado quitándole importancia.
—Peores personas me han descubierto y he vivido para contarlo— dijo ella pero Ada no podía imaginarla en una situación peor que cuando casi murió ahogada arrastrada por el rio. No podía imaginarla enfrentándose a alguien peor que Derek Walk.— me imagino que también quieres que continue la búsqueda de tu hijo, ¿verdad?
Ada se mordió el labio sintiendo la enrome tentación de decirle que sí, pero no, no después de la última vez.
—No, yo me encargaré de eso después. Busca a sus mujeres, están desesperados.
—¿¡Y tú no!?— gritó Jessica sorprendiéndola.— te he visto hundirte lentamente en la desesperación Ada, este es el momento, puedes encontrarlo, ellos tienen que ayudarte.
—Tengo miedo— admitió Ada. Algo que no admitiría ante cualquiera.
—¿De qué tienes miedo?— preguntó Jessica bajando su tono de voz.
—De que no exista.
Jessica se quedó en silencio al otro lado de la llamada.
—Nunca lo cargué, nunca vi su rostro ni escuché su llanto.¿Qué voy a hacer si descubro que él ya no existe, que mi padre se deshizo de él o que murió antes de nacer? ¿Cómo voy a seguir viviendo?
Ada sintió que perdía la compostura pero se dió cuenta que no era el momento. No podía romperse.
Aún no.
Hecho los hombros hacía atrás y levantó la barbilla.
No se iba a romper. No importaba lo que su padre, su esposo o sus hermanos hicieran, Ada jamas se quebraría, por nadie y ante nadie.
Colgó el teléfono. De caminó al edificio de Caín se encontró con Dante.
—¿Terminaste?— le preguntó él.
Ada asintió con la cabeza en respuesta.
Dante tomó aire como si lo que fuese a decir fuese difícil de procesar tanto para ella como para él.
—¿Qué quieres decirme?— preguntó ella comprendiendo que la había estado esperando.
En lugar de responder Dante tomó una llamada en su teléfono y puso el teléfono en altavoz, después la miró a los ojos como si esa llamada fuese la respuesta a su pregunta.
—Habla el detective Lyod— dijo Dante como respuesta a la llamada.
Un hombre con voz gruesa resonó en la llamada.
—El detective MacRiver Se enteró e insistió estar en el caso, cree que esta es la oportunidad que hemos estado esperando para desenmascarar a Derek Walk y toda su red de trata de personas, así que también enviara un equipo de rescate con usted, todo se hará con la mas estricta discreción.
Dante se tensó frente a Ada antes de responder.
—Un equipo de rescate es demasiado llamativo, no hay forma de que Derek Walk no lo noté, tiene hombres en todos los aeropuertos y Derek Walk es capaz de darles un tiro en la cabeza a ellas y después a él mismo antes de dejarse atrapar.
—De acuerdo detective— le respondió el hombre al teléfono.
El cerebro de Ada trabajaba al mil por hora.
Su hermano, el mas fiel seguidor de su padre, Derek Walk, el hombre mas corrupto y sucio del mundo, ese hermano que había participado en numeroso secuestros y fraudes ¿era policía? Simplemente no tenía sentido.
Y al mismo tiempo… tenía todo el sentido.
—Eres policía— dijo ella pero no fue una pregunta si no solo una confirmación para si misma.
—¿Estas bien?— preguntó Dante estudiando su expresión. Ada se sintió indispuesta.
Ada asintió con trabajo entonces se llevó una mano a la boca y se giró a su derecha para vomitar.
Dante la esperó pacientemente a que terminara de vomitar. Ada no se había sentido muy bien desde el inicio de su embarazo pero no sabía si era algo físico o algo más psicológico.
Probablemente ambas cosas.
Y el enterarse de tantas cosas en tan poco tiempo no ayudó mucho.
—Entiendo que sea una noticia inesperada pero esa reacción me parece un tanto exagerada— dijo Dante mientras ella devolvía lo último de su desayuno. Dante le ofreció una mano para ayudarla a incorporarse.
—He estado un poco indispuesta y esto simplemente creo que terminó por arruinar mi digestión— admitió quitándole importancia.— entonces… ¿policía?— pregunto de nuevo.
—¿Recuerdas cuando tu padre dijo que iría a Suecia a estudiar?
Ada asintió recordando cuando Dante se fue a estudiar al extranjero por un año.
—Bueno… en realidad estaba en la cárcel.
Ada sintió que su estomago se revolvía de nuevo.
—Por favor no vomites de nuevo.
—Sigue— lo instó ella.
No podía ponerse peor.
—Bueno ¿Sabes que he estado trabajando para Derek Walk desde que tengo doce años, no?
—Si, es una de las razones por las que te desprecio.— admitió ella sin filtros.
Dante rió como si no le ofendiera en absoluto sus palabras duras.
—Me atraparon en una redada, en ese entonces Derek me daba los peores trabajos para probarme y yo era tan joven y desesperado que acepté cualquier cosa que me pidieran. En ocaciones pienso que él arregló todo para que fuese encarcelado y deshacerse de mi. Cuando estuve en la cárcel intentaron matarme varias veces, alguien de los altos mandos se dió cuenta y me ofreció un trato, si yo les ayudaba a tumbar al poderoso Derek Walk me dejarían salir bajo libertad condicional, pasó el tiempo y termine uniéndome a la policía, aún así no hemos logrado hacerle ni cosquillas.
Ada se sintió mareada, era demasiado que digerir, su cuerpo estaba colapsando. Se llevó una mano a la boca.
—Vas a vomitar de nuevo, ¿verdad?— le dijo Dante dando un paso hacía atrás.
—Ada hizo un gesto afirmativo.
Después de que Ada devolviera el contenido de su estómago Dante la dejó adelantarse para poder pensar.
Pensar en el hecho de que había escuchado toda la conversación que Ada había tenido en el teléfono público.
Por esa razón se había decidido a decirle a Ada que era policía.
Un secreto por un secreto.
Ada ahora sabía que él era un detective.
Él ahora sabía que Ada tenía un hijo.
Nota de la autora: Personitas bellas ya es un año más juntas en esta aventura, estoy tan feliz y agradecida de todo su amor y apoyo, todo esto es gracias a ustedes. Espero que este año 2022 todos sus sueños y metas se hagan realidad.
Las quiere:
Andrea Zárate.