Despiadada

1973 Words
Ada colgó el teléfono después de ser enviada a buzón por tercera vez. Caín no contestaba el teléfono desde hacía varias semanas. Su hermano se había involucrado en un rumor de embarazo con una de sus estudiantes. De repente un día esa estudiante desapareció, fue como si se la hubiera tragado la tierra. Caín no había desaparecido físicamente pero mentalmente ya no estaba con ellos. Ada sabía que tenía sus propios problemas pero no pudo evitar preocuparse. ¿Si quiera estaba comiendo correctamente? Colgó el teléfono cuando escuchó a Ramses acercarse. Habían pasado tres semanas desde el incidente en el hospital y Ramses estaba sorprendentemente tranquilo. Ada presentía que había algo muy malo con su silencio pero también podía ser ya una paranoia aprendida por tantos años siendo una Walk. Ramses la abrazó desde atrás y besó su hombro. También estaba siendo extrañamente cariñoso y había estado con ella la mayoría del tiempo lo que se traducía en que Ada había tenido ya muy pocos tiempos a solas con Mason. Incluso en ocaciones Ramses había enviado a un hombre diferente en lugar de Mason para seguirla y custodiarla. —Tengo que salir en un viaje de negocios de un día, volveré mañana temprano, en cuanto vuelva tendremos una cena especial y le anunciaremos tu embarazo a tu padre. Todo será perfecto. Ada le sonrió a Ramses a travez del espejo del tocador de la habitación que compartían. Ada pensó que Ramses se iría en ese momento pero la apretó con mas fuerza y le susurró al oído. —Más te vale que te comportes y que ese niño siga en tu vientre para cuando regrese. Ada respiró hondo y asintió a travez del reflejo. —Te estaremos esperando— respondió de forma seca. Ramses pareció satisfecho con esa respuesta por que la soltó y se dió media vuelta para irse. Ada se apoyó en el tocador para mantener el control. Estaba cansada, casada de toda esa mierda, cansada de ocultar su verdadero carácter, de cargar en su vientre un hijo que no deseaba. De ese anhelo extraño que la invadía al haber estado tanto tiempo lejos de Mason. Su cuerpo, sus manos, cada parte de ella lo necesitaba y lo anhelaba de una forma casi desesperada. Eso no estaba bien. Ella lo sabía pero era demasiado tarde, se había apegado a Mason de una forma que resultaba muy peligrosa tanto para ella como para él. Mason era la variable que no vió venir y no sabía como manejarlo. Las cosas simplemente se habían salido de control, no había podido encontrar a su hijo, Jessica tenía que hacerse pasar por muerta y ahora estaba embarazada de nuevo. Una maldita cadena más con la que su padre la sometería. Ada se miró al espejo en silencio. Azael le había dicho que se parecía a su madre. Ada se preguntó que tan diferentes serían las cosas si su padre no la hubiese asesinado. Habría hecho alguna diferencia o Ada habría sufrido el mismo destino que hasta ahora. En ocaciones solo quería rendirse. Acabar con todo. Con ella misma. Pero no. No mientras su hijo existiera, mientras estuviera en algún lugar, mientras eso fuera así no se rendiría. No lo abandonaría. Como la abandonaron a ella. Levantó el rostro frente al espejo y se llenó de determinación. Aún había mucho por hacer. Y la partida de Ramses era muy conveniente. —¿Quién eres?— le preguntó al conductor que la esperaba en el auto. El hombre un poco torpe y de estatura baja se apresuró a abrir la puerta para ella. —Soy su chofer, señora Walk. —Mi chofer es Mason. El hombre que de pronto pareció incomodo consigo mismo miró el piso y después a Ada. —Lo siento pero Mason fue reasignado a la zona centro con los almacenes, ya no trabajará mas para el señor Ramses. Ada intentó ignorar el dolor frío que recorrió su espalda al escuchar esas palabras. Mason no le había dicho nada al respecto. —Llévame a la zona centro.— le dijo al hombre entrando al auto antes de que le tuviera tiempo de reaccionar. Era gordo, torpe y lento. Ada solo quería golpearlo. Se detuvieron frente a los almacenes de Tecnologías Zyro. Era un lugar sucio y pesado. Nadie quería trabajar ahí. El hombre se apresuró torpemente a abrirle la puerta pero Ada se bajó antes. —Señora… —Quédate aquí— le ordenó Ada al chofer que solo asintió torpemente. Era seguro que ese hombre no tenía la culpa pero Ada no pudo evitar volcar sobre él pobre hombre toda su rabia. Toda su rabia por no ser Mason. No fue difícil dar con Mason por que estaba custodiando justo la entrada principal. Para sus capacidades y su preparación ponerlo de guardia de seguridad de un almacén como ese era una especie de ofensa. Ada estaba segura que Ramses lo había hecho intencionalmente. Mason pareció sorprendido al verla, pero no parecía feliz de verla, de hecho lucía furioso. Miró a su compañero de guardia y le dijo algo que hizo que el hombre se retirara al instante. Entonces caminó a zancadas grandes hasta donde estaba Ada y la tomó de ambos brazos con un poco de fuerza. Ada no se intimidó ni un poco. —¿Estas loca? No debes estar aquí. Si Ramses se entera… —Me importa una jodida mierda Ramses.— dijo ella sin una gota de temor o duda. Mason pareció sorprendido pero se recuperó rápidamente para retomar esa expresión de rabia. Miró al hombre que esperaba a Ada. Ese gordo y torpe hombre estaba viéndolo todo ¿y a Ada no le importaba? Sin duda ese inútil y débil hombre iría y se lo diría todo a su amo. Otro perro más de los Walk. Pero era tan torpe y débil… —¿Ese es el perro de porquería que Ramses puso en mi lugar?— dijo con rabia y apretó más el agarre en los brazos de Ada. Ada no respondió. El hombre parecía claramente incomodo. —Esa bola de grasa no podrá cuidarte de una mierda.— dijo y parecía más y más molesto. —¿Por qué no me dijiste que te ibas? Tu sabías que Ramses haría esto ¿no es así? Mason miró a Ada y no pudo ocultar la culpa en ellos. —Estoy harta de que me ocultes cosas. ¿Cuantas cosas más no me estas diciendo? Para sorpresa de Ada, Mason aflojó su agarre al escucharla. Su expresión de culpa se acentuó. —Entonces hay más— dijo ella y no fue una pregunta. —Ada… Ella se soltó de el bruscamente casi empujándolo aun que el enorme cuerpo de Mason no se movió un centímetro. —Esto no va a funcionar. No si me tratas como una doncella débil y no me hablas con la verdad. ¿Después de todo lo que he vivido, después de todo lo que me han hecho, qué puede ser tan malo como para no decirlo? —Ada… Yo— Mason sintió como su voz se ahogaba en su garganta.— yo lo siento. Te prometo que te lo diré todo a su momento. Ada rió sin humor. —¿A su debido momento? ¿Qué mierda significa eso? Mason nunca había escuchado a Ada decir tantas groserías. No pudo evitar pensar que ser veía realmente sexi diciéndolas. —¿Puedes confiar en mi?— preguntó el tratando de controlar su tono de voz. Quienes lo conocían sabían que no le importaba gritar ni hacer sentir mal a los demás. Pero no a ella. Nunca a ella. —No, no puedo— dijo ella levantando el rostro para mirarlo a los ojos pese a la considerable diferencia de altura. Mason no pudo evitar sonreír por su franqueza. Amaba a esa mujer. —Entonces me lo ganaré. Ada cerró los ojos como si sus respuestas calmadas la molestaran más. —Parece que Ramses ya no confía realmente en mi. No me dejará cuidarte más. De pronto Mason sacó su arma de su sacó y le apuntó al chofer de Ada que seguía en el asiento del conductor. El chofer tenía el teléfono en la manó y parecía listo para iniciar una llamada. —Baja eso— le ordenó y el hombre pareció aterrado por su situación. Ada se giró para mirar a su nuevo chofer con el teléfono en la mano. Estaba claro que iba a avisarle a Ramses de donde estaba. —El auto tiene un GPS oculto, es así como descubrió donde estábamos. Él sabrá que viniste aquí. Ada miró a su nuevo chofer y después el arma de Mason. —Yo se cómo hacer que Ramses te contrate de nuevo. Mason trató de descubrir que es lo que ella planeaba cuando de pronto Ada le arrebató el arma y le disparó en la cabeza a su conductor. El hombre no tuvo tiempo ni siquiera de rogar por su vida. Mason estaba mudo. —Hazlo parecer una accidente por asalto. Algo que lo haga ver como el incompetente que era. Entonces mi padre dirá que eres la mejor opción, especialmente ahora que espero al primero hijo de este matrimonio del infierno. No querrá ponerme en riesgo de ningún modo. Mason miró en silencio entre el nuevo cadaver en el auto y la mujer frente a él. Ada esperó a que Mason dijera algo. Era verdad que la primera vez era la más difícil. Después de matar al primer hombre el segundo ni siquiera la hizo temblar. Por un momento ella se preguntó si Mason se había decepcionado de ella o incluso si le temía por lo que había hecho. Pero esa… esa era la verdadera Ada. La Ada que no estaba atada a su padre o a su esposo. La mujer que tarde o temprano ambos conocerían y desearían no haber conocido. Seguía siendo una Walk después de todo. Entonces Mason sonrió. —Quiero hacerte el amor ahora mismo.— dijo de pronto y Ada no pudo evitar ahogarse con su propia saliva. Él era Mason después de todo, el hombre que se había desecho de un cadaver por ella sin parpadear. Era ya de noche cuando ambos volvieron a la casa. Ramses no estaba y Ada había despedido a la servidumbre por el tiempo que Ramses estaría fuera por lo que Mason pudo entrar por la puerta principal sin problema. En cuanto cerraron la puerta Mason tiró de ella y la besó profundamente sin darle tiempo a procesarlo pero con el tiempo se estaba acostumbrando a lo efusivo y arrebatado que era cuando se trataba de ella. Cuando las manos de Mason se fueron al botón de escote de Ada la puerta principal sonó. Ada se congeló. No podía… no podía haber nadie visitándolos a esa hora y Ramses ya debía estar fuera del país para ese momento. Miró a Mason con horror y le indicó con la mirada que se escondiera. Entonces caminó hacía la puerta y tomando todo el valor en ella abrió. Pero no era Ramses. Eran dos de sus hermanos, Azael y Dante. Sus expresiones era aterradores. Lucían devastados y desesperados. Azael luchó consigo mismo como si no pudiera encontrar su propia voz. Entonces habló: —Ada… mi padre… él… secuestró a Nicol… secuestró a mi esposa… Nota de la autora: Personitas bellas para las que ya han leído mis otro libros sabrán por que punto de la historía vamos. Muchas gracias por su apoyo y cariño a esta historia, leo cada uno de sus comentarios. Para las que me preguntan dónde pueden conseguir mis otros libros de esta saga la historia de Dante y Caín, pueden seguirme por mis r************* ig: anjiluz_z.b y por nuestro grupo de f*******: Anjiluz Z.B | Escritora. Ahí estaré compartiendo toda esa información.
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