—Usa el vestido esmeralda.
—Pero dijiste que te gustaba como me quedaba el n***o.
Mason asintió acomodándose mejor en la cama mientras Ada se probaba vestidos para la cena que preparó Ramses en la que anunciaría la llegada de su primer hijo. Si una persona entrara en ese momento y los viera no dudaría que eran marido y mujer.
—Exactamente. Te queda precioso y no quiero que estes a su lado con él.
Ada sonrió. Finalmente lanzó el vestido n***o a la cama y se decidió por el verde. Ramses no había llegado aún pero lo haría tarde o temprano. Su sonrisa, sin embargo, se esfumó pronto, Ada no pudo dejar de preocuparse por la situación de sus hermanos. Habían pasado ya mas de doce horas desde la última vez que supo de ellos.
El tener que estar en esa estúpida cena en lugar de poder ayudarlos era realmente frustrante. Solo esperaba que todo saliera bien y que pudieran encontrar a Nicol, a Sandra y Enya y que todos volvieran ilesos.
O lo mas ilesos posibles.
Por que las heridas internas, las del alma, esas no las podrían evitar.
Ada no quería ni imaginarse que es lo que habían tenido que vivir ellas bajo el encierro de Derek Walk.
Ada se desnudó frente a Mason para probarse el vestido verde. A esas alturas no había nada de su cuerpo que Mason no hubiese visto ya.
En el momento en que sus bragas cayeron al suelo fue como si lanzara una señal a Mason que se levantó como un resorte de la cama. En un segundo estaba frente a ella, la giró y la sentó en el tocador antes de que Ada pudiera procesar lo que estaba pasando.
Él era jodidamente ágil.
Ada cerró los ojos cuando los labios de él se encontraron con la piel de su cuello. Las manos callosas de Mason acariciaron la piel delicada de sus piernas con un masaje ascendente delicioso.
Ada no pudo evitar preocuparse por la llegada de Ramses pero también había descubierto cierto morbo placentero en hacerlo a espaldas de su miserable esposo. Con ese pensamiento en mente tiró de Mason envolviendo los brazos en su cuello para besarlo. Ada introdujo la lengua en su boca primero y lo saboreó sin contenerse.
Dios. Realmente lo necesitaba.
El hecho de que ella estuviera desnuda y Mason no, la hizo sentir tan vulnerable en sus brazos. El hecho de que Mason fuese mucho mas grande y fuerte que ella no hizo mas que acrecentar esa sensación y por algún motivo eso la humedeció.
Como si Mason pudiera percibirlo subió las manos de sus muslos a su entrepierna, sus pulgares se encontraron con una abundante humedad que pareció complacerlo cuando gruñó contra sus labios.
Mason ahogó sus gemidos cuando comenzó a acariciar los pliegues de su v****a. Ada movió la cadera hacia él buscando desesperadamente que acariciara su c******s hinchado por el juego previo pero Mason pareció disfrutar de su desesperación por que llevó las manos a sus pechos dejando ese punto tan sensible necesitado y solo.
—Mason…— ella gimió contra sus labios pero él no pareció escucharla mientras jugaba con sus pezones rosados y erectos.
Ada no lo soportó más, llevó sus propias manos a su entrepierna buscando algún tipo de fricción que controlara la desesperante necesidad entre sus piernas pero Mason la atrapó un segundo antes y sostuvo fácilmente sus manos en lo alto impidiéndole hacer cualquier movimiento.
—Mason qué haces.— dijo ella con la respiración agitada y el deseo claro en sus ojos azules.
Mason le sonrió y había una perversidad que Ada no había visto antes en sus ojos.
—Ramses llegó.
Ada abrió los ojos con preocupación pero Mason no la soltó.
—Quiero que mantengas esa necesidad entre tus piernas toda la cena. Quiero que mientras estas cerca de él no puedas evitar pensar en lo mucho que te gustaría que abra tus piernas, en lo mucho que disfrutarías mi respiración entre ellas, quiero que pienses en la sensación de mi boca lamiendo a lo largo de tus pliegues húmedos.
La respiración de Ada volvió a agitarse, su pecho subía y bajaba con dificultad, no estaba segura si era debido al miedo de que Ramses podría entrar en cualquier momento o debido a las palabras de Mason.
Mason bajó la voz y se acercó más a ella para susurrar.
—Quiero que pienses en mi boca finalmente succionando tu c******s, en mi boca provocándote el orgasmo que tanto anhelas. Y cuando logres venir te haré venir de nuevo… y de nuevo…
Ada apretó las piernas ante sus palabras pero no fue suficiente para alcanzar el alivio que necesitaba tan desesperadamente.
Mason la beso con un pico en la boca húmeda y finalmente la soltó para salir a tiempo de la habitación.
Mason sabía que con el regreso de Ramses, Ada no tendría tiempo de jugar consigo misma y ese orgasmo negado la perseguiría todo él día.
Ada lo odió un poco en ese momento.
Cuando finalmente tuvo la estabilidad para ponerse de pie ella lanzó una almohada contra la puerta tras la que Mason salió deseando que le hubiese dado a él.
Finalmente se obligó a recomponerse lo mejor que pudo y a ponerse el maldito vestido verde que Mason había escogido.
Llegaron muchos más invitados de lo que Ada esperaba. Ella sabía que Ramses quería hacer el anuncio de su primogénito (o primogénita aunque Ada sabía por dura experiencia propia que Ramses no quería una niña).
Podría ser que el vestido verde no fuera el que mejor le quedaba pero no dejó de ser el centro de atención ante los invitados por su impresionante belleza. Ada era la viva imagen de su madre y sin duda su madre fue también el foco de miradas de admiración y deseo cuando fue sentenciada a caminar del brazo de Derek Walk.
Ada estaba del brazo de Ramses obligándose a sonreír lo mejor que pudo.
Se pregunto si la historia se estaba repitiendo, era la viva imagen de su madre e igual que ella estaba atrapada en un matrimonio que no quería con un hombre que despreciaba.
Ada nunca se lo contó a Azael por que en ese entonces era muy pequeño para entenderlo pero su madre un día antes del fatídico día le dijo a Ada que huirían de Derek Walk. Derek Walk había fingido ser un padre decente para Azael pero jamas fingió con Ada, siempre fue abierto respecto a lo mucho que le molestaba que su primogénita fuese una mujer.
Diana iba a tomar a Ada y Azael y se los llevaría lejos de ahí. Fue lo que ella le prometió pero Derek Walk la mató esa misma noche cuando descubrió que Caín no era su hijo.
Ada tomó la mano de Azael esa noche mientras sostenía a Caín quien era un bebe apenas en ese entonces con el otro brazo y se juró que Derek Walk pagaría. Ada se prometió que su padre o no jamas lo perdonaría.
No eran sentimientos sanos para una niña de su edad en ese entonces pero ella era la hija de un demonio y una mente fría y despiadada era la única manera que tenía de sobrevivir.
—Vamos cariño, conduzcámonos a la mesa.— le dijo Ramses tomando la iniciativa.
El comedor principal era lo suficientemente grande para contener a todos los invitados.
Ramses se sentó en la cabecera, Ada se sentó a su lado. En la cabecera opuesta debía estar Derek Walk pero parecía tener un retraso por que no había aparecido y Ramses le dijo a Ada horas antes que no había logrado contactar con él.
Ada esperaba que ese retraso no tuviera que ver con la falta de comunicación de sus hermanos.
Cenaron entre conversaciones falsas y falsa cortesía. Azael se habría vuelto loco en esa cena. No había nada que odiara más el mayor de sus hermanos que la falsa cortesía.
Ada suplicó a lo que fuera que pudiera oírla que Azael y todos sus hermanos estuvieran bien y pudiesen encontrar a sus esposas.
Ramses de pronto se puso de pie y tocó su copa para llamar la atención. Todos se volvieron a él dejando sus cubiertos. Ramses abrió la boca para hablar pero en ese momento la puerta del comedor fue abierta por un m*****o del servicio y Derek Walk entró tras ella.
Pese a su dificultad ligera al caminar y la necesidad de usar un bastón para moverse el hombre seguía siendo imponente con su sola presencia.
—Disculpen la tardanza. Tuve que hacer un viaje en avión rápido de ida y vuelta y mi vuelo aterrizó hace pocas horas.
Todos hablaron al mismo tiempo disculpando a Derek Walk como si el que se el se disculpara fuese una ofensa a si mismo.
Con su elegante hipocresía Derek Walk se sentó en la cabecera opuesta de la mesa y le sonrió a los presentes incluida a su hija a su yerno.
—Llega justo a tiempo señor Walk, Ada y yo estábamos por hacer un anuncio importante.
Ramses tomó la mano de Ada como si fuesen una adorable pareja enamorada. Los presentes suspiraron con emoción y la expresión cansada de Derek Walk cambió como si sospechara lo que iban a decir pero no lo creyera posible.
—Ada esta embarazada, estamos esperando a su primer nieto.
Derek Walk levantó la cabeza ligeramente como si esa noticia fuese un golpe inesperado, todo el lugar se quedó en silencio esperando su respuesta, incluso Ada sintió que Ramses le apretaba más fuerte la mano.
Entonces Derek Walk habló.
—Finalmente— dijo alegremente e inició un aplauso emocionado al que pronto se unieron el resto de los presentes.
Mason se mantuvo al margen de todo con el resto de los guardias.
“Al lugar que perteneces” Es lo que le diría Derek Walk si pudiera oír sus pensamientos.
En ese momento Mason recibió un mensaje a su teléfono personal. No tenía destinatario pero pudo imaginar a quien pertenecía por las sencillas palabras escritas ahí.
“Las encontramos”
Mason sonrió en su interior pero se mantuvo serio en su exterior. El esperaba que las cosas hubiesen resultado mal cuando Derek Walk mencionó un conveniente viaje juste en ese día. Mason estaba por darle una señal a Ada cuando otro mensaje acompañó al primero.
“Enya sigue desaparecida”
Finalmente llegó el último mensaje.
“No preocupes a Ada”
Mason miró a la mujer que idolatraba de la mano de su esposo mientras hablaban con los invitados de lo maravilloso que seria formar finalmente una familia.
Ada pareció sentir la mirada de Mason por que levantó la cabeza y se encontró con su mirada oscura y por ese pequeño segundo el tiempo se detuvo para ambos, Ada se mordió el labio y Mason casi juró que Ada se sonrojó acalorada. El no pudo evitar sentirse satisfecho por lo que había pasado entre ellos en su habitación segundos antes de que llegara Ramses.
Mason encontraba un oscuro placer en estar con Ada a las espaldas de la basura de su esposo.
Ramses podría llamarla “esposa” pero Ada jamas sería suya.
Cuando la fiesta estaba terminando y Ada se levantó Derek Walk se acercó a ella y pareció pedirle que hablan a solas por que Ramses aceptó tranquilamente y Ada y su padre se retiraron a un espacio aparte.
Mason apretó los puños con impotencia.
Tenía un mal presentimiento.
Ada logró mantener la compostura frente a los invitados pero no pudo evitar mirar a su padre con odio en cuanto estuvieron solo. Simplemente no podía simular amor ante ser inhumano que tenía frente suyo.
Derek Walk se apoyó en su bastón antes de sentarse en el sillón principal de la sala de visitas. Era un lugar pequeño considerando las otras habitaciones de la casa, el color beige claro y el color blanco eran la principal decoración, la luz era baja y los muebles antiguos formaban sombras angulosas que le daban a la habitación un aspecto intimidante.
Derek Walk estaba acostumbrando a ser mirado con miedo pero la mujer frente a él le sostuvo la mirada sin ninguna vacilación. Ada se sentó en el sillón largo frente a él y espero en silencio a que él hablara primero.
—No te has comportado correctamente.— empezó a decir su padre.
—Me case con un hombre igual a ti. Creo que ya he hecho bastante.
Derek Walk apretó la cabeza de lobo de su bastón de madera ante su respuesta brusca.
Detestaba a las mujeres altaneras. Por eso se casó con Diana cuando era joven. Ella era todo lo que quería en una mujer: hermosa, obediente y sumisa.
Ada era la viva imagen física de su madre pero sus personalidades eran completamente distintas.
Ada no podía cerrar la maldita boca y solo aceptar sus regaños como una buena hija.
—Fue muy lamentable ver como mis propios hijos invadían mis fincas y fabricas y atacaban a mis trabajadores por un par de mujeres lamentables.
La expresión fiera de Ada cambio a una de terror al escuchar sobre sus hermanos.
¿Habían sido atrapados? ¿Estaban bien?
—Si les hiciste algo…
—Pero fue a un mas lamentable ver que mi estúpida hija les ayudó a llegar hasta ahí en lugar de quedarse en casa como una buena mujer.
Esta vez fue Ada la que luchó contra su temperamento. No importaba cuantos años hubiesen pasado simplemente no podía acostumbrarse a los comentarios altamente misóginos de su padre.
—Para tu tranquilidad ellos esta bien.
Ada pareció tranquilizarse un poco.
—¿Qué quieres hablar entonces?
Derek Walk se acomodó mejor en su sillón ante la pregunta de Ada. Se demoró en responder por el gusto de hacerla esperar. Entonces finalmente habló.
—¿Quién es realmente el padre de ese bastardo que esperas?
Nota de la autora: Personitas bellas muchas gracias por todo el apoyo que le han dado a mi libro, leo todos y cada uno de sus comentarios.
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