Todo terminó y deciden ir a un club, César me insiste en que vayamos, le pido que me acompañe a mi casa, no quiero estar sola pero tampoco con tanta gente, él lo comprende y me sigue en su auto. Llegamos y abro el apartamento, me giro a mirarlo y él sonríe. —¿De qué te ríes? —pregunto. —¡Tu apartamento es muy lindo también! —¡Él de Iker es mejor! —¡Ya sé que lo tuyo con Iker es una fijación a todo nivel! De haberlo sabido antes me habría ahorrado muchos dolores de cabeza —dice con expresión divertida. Me cuelgo a su cuello y le doy un beso superficial, el sonrie y se aferra a mi fuerte por las caderas, quiere sexo, lo sé, suspiro, él me besa con hambre, su lengua me acaricia la mia con suavidad y gimo cundo vuelve a la urgencia y me muerde el labio, baja sus manos hasta mis nalgas