JANET SE ENFURECE

1462 Words
En el Arca, Alfonso se levanta de su cama y al escuchar la llegada de un carruaje, comienza arreglarse para salir. Cesar atiende la llegada de Carlos y de su esposa, y les dice antes de bajarse del carruaje: — Bienvenidos. Mientras Janet y Sara le ayudan a Leonor con la comida, Cesar hace entrar a Carlos y a su esposa a la casa. Cuando Alfonso sale y los atiende. Sorprendido, Carlos le dice a Alfonso: — ¿Qué te paso en el brazo? Alfonso le miente a Carlos, y le dice: — Me caí del caballo. — Mi esposa es médica, ella te puede atender. De inmediato, Judit le dice a Alfonso: — Cuando usted diga. Alfonso les dice a los dos: — Estoy bien muchachos. En ese preciso momento, Guillermo y Flora vienen de caminar las tierras de Janet, y se encuentran con Carlos. En seguida, Flora abraza a su hermano, y le dice: — Cuanto tiempo sin verte hermano. — Lo mismo Flora. Sara Y Janet van a la sala. Cuando Carlos le presenta a todos su nueva esposa, diciéndoles: — Hermana, primo, prima, cuñado y cuñada, les presento a mi amor, ella es mi esposa y se llama Judit Valencia López de Aragón. Y es médica. De inmediato, todos se presentan a Judit y la reciben con gran agrado. Cuando Carlos se lleva a su primo Alfonso a fuera de la casa, y le dice: — No me digas mentiras Alfonso, esto no es caída de caballo, más bien parece una herida de espada. — Tienes razón Carlos, esto no fue caída de caballo, esto fue un problema que tengo con una persona muy peligrosa, y ya que viniste… voy a necesitar de tu ayuda, para volver a conseguir unas espadas, ya que hace años los militares me las decomisaron. — Cuenta con eso primo, si gustas mañana mismo te traigo una. — Carlos, necesito varias. — Oh, primo, no dejas de meterte en problemas. — Es un problema que embarca a toda la familia, es necesario que estemos armados. — Entiendo. En la noche, Janet se acuesta en la cama y le dice a Alfonso, quien no puede dormir: — ¿Qué tanto hablabas con tu primo Carlos? — Son cosas de hombre, duérmete. — Como puedo dormir Joaquín, viéndote dar vueltas y vueltas en la cama… Joaquín, vamos a salir de ese problema. Alfonso se altera y le grita a Janet: — ¡MI NOMBRE ES ALFONSO!, ¡ALFONSO!, ¡ALFONSO! — Y que porque te llames Alfonso, si me da la gana de llamarte Joaquín, lo haré cuando yo quiera, no vengas a descargar tu ira contra mí. Ya que tú mismo te metiste en este problema. — Gracias por recordármelo a cada instante Janet, “me ayudas muchísimo”. El día siguiente, Carlos llega al Arca y se baja de su carruaje con tres espadas envueltas en una tela roja. Carlos se reúne con Alfonso y le da las espadas, diciéndole: — Aquí tienes primo, lo mejor de lo mejor. — Gracias Carlos, que voy hacer sin ti. De inmediato, Alfonso grita los nombres de todos y en cuestión de segundos, los reúne a todos en la sala, para luego decirles: — Vamos afuera todos. Flora le dice a Alfonso: — ¿Qué pretendes?, yo todavía tengo sueño. Janet también le dice a Alfonso: — Espero que no sea otro problema. En ese instante, todos se encuentran al aire libre. Cuando Alfonso desenvuelve la tela roja. Y le tira una espada a Janet, y le dice: — Vamos todos a practicar. Todos se sorprenden. Cuando Guillermo le dice a Alfonso: — Yo no necesito practicar, ya que en mis tiempos fui militar. Sara también le dice a Alfonso: — Yo no empuñaré eso. Flora dice: — Yo tan poco, ese no es mi estilo. Janet mira la espada en el suelo y luego ve a Alfonso, y le dice: — ¿Estás seguro de esto? — Completamente seguro, recoge el arma esposa mía, necesitamos defendernos. De golpe, Janet alza la espada con su pie derecho y la coge fuertemente con su mano derecha. Y separa en posición de batalla. Guillermo se asombra de la posición de Janet, y le dice a Flora, Sara y a Carlos: — La posición de Janet es perfecta, parece militar. En ese momento, Alfonso le dice a Janet: — ¿Desde cuándo estas practicando? — No hables más y atácame si quieres. Alfonso comienza a dudar un poco, al ver la mirada tan fija de Janet. Cuando esta le dice: — ¿Qué pasa?, esta fue tu idea Joaquín, atácame, ¿o prefieres que yo lo haga? Alfonso se acerca un poco más a Janet, y le dice: — Estas muy confiada. En ese preciso momento, Janet ve al verdadero Joaquín sosteniendo la espada, y se lanza con todo. Tirándole a matar. Cuando Alfonso alcanza a poner su espada en la trayectoria en la que Janet le había tirado al cuello. Haciendo que las dos espadas choquen fuertemente. Janet no para de atacar y con gran destreza y agilidad, pone en aprietos a Alfonso, el cual le dice a Janet: — ¡Para!, ¡para!, esto es una práctica, no es para que me mates. Sara y Flora se angustian al ver a Janet desaforada, y dicen que paren la batalla, mientras Guillermo le dice a Carlos: — Janet es una experta, Alfonso no tiene nada que hacer contra ella, el solo se defiende. Carlos no está a gusto con lo que está viendo, y dice: — ¿Pero qué le pasa a Janet?, lo quiere matar. Janet pone a retroceder a Alfonso, y le dice mientras le tira a matar: — Voy a vengar la muerte de mis padres, y te cortaré la cabeza. Alfonso le grita desesperadamente a Janet: — ¿Qué haces Janet?, ¡detente!, ¡detente ahora! Janet no se detiene y le hace otra herida en el otro brazo, y le vota la espada al suelo. Quedando Alfonso indefenso a la espera de la decisión de Janet. De repente, Guillermo y Carlos cogen por detrás a Janet y le quitan la espada. De inmediato, Alfonso le pega una bofetada a Janet, y le dice: — ¿Pensabas matarme? Sara y Flora se meten en el medio de los dos. Junto a Guillermo y Carlos. Cuando Janet le responde a Alfonso: — Esta fue la última y primera vez que me tocas el rostro. Sara le dice a Janet: — ¿Por qué reaccionaste así? Enojado con Janet, Carlos también le dice: — Esto es imperdonable, intentaste matar a tu esposo, ¿que tienes que decir a tu favor? Guillermo suelta a Janet. Cuando esta les dice a todos: — Todos ustedes… discúlpenme, en medio de la práctica, me acorde que mis padres fueron vilmente asesinados, y la furia broto de mi… creo que por estos momentos, no cogeré una espada. En ese instante, Janet se va sola hacia el bosque. Flora pone su mano derecha en la herida de Alfonso, y le dice: — Perdónala. Sara también le dice a Alfonso: — Parece que ella ha sufrido mucho, debes perdonarla… yo voy hablar con ella. Con otro tremendo dolor ahora en su brazo izquierdo, Alfonso dice: — Voy a esperar a que a Janet se le pase la rabia, y en ese momento hablaré con ella. Sara se va a buscar a Janet, mientras Carlos recoge las espadas, y le dice a su primo: — Alfonso, debes tener cuidado con tu esposa, realmente la vi con muchas ganas de matarte. Guillermo interviene en la charla de Alfonso y Carlos, y les dice: — Ya es obvio, que con lo que paso y con lo que Janet los dijo hace un momento, que está sufriendo desde hace mucho tiempo por la muerte de sus padres, debes de apoyarla Alfonso, tú eres su esposo. Alfonso le responde a Guillermo: — Eso estoy tratando de hacer, pero llevo cuarenta y cinco años apoyándola. Flora le dice a su primo Alfonso: — Ahora que se solucione el problema con ese tal Duque, tienes que recuperar la confianza de Janet. Alfonso vuelve a pensar en que en varios días tiene que arreglar ese problema con Duque, y se asusta. En el bosque, Janet camina hacia donde quedaba la quebrada. Cuando Sara le grita: — ¡Espérame!... ¡Janet!, espera. Janet se detiene y le dice a Sara: — ¿También vienes a regañarme por lo que sucedió? — No, solo vengo acompañarte. — Porque si venias a eso, tranquilamente te puedes ir yendo por donde viniste. — Cálmate Janet, ya paso todo eso, yo solo quiero acompañarte… ¿y a dónde vas? — Voy a un lugar apartado…
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