LA SOMBRA DE LA MUERTE
1149 Words
En ese instante, Alfonso entra en la habitación de Janet, y la encuentra con un vaso en la mano a punto de lanzárselo.
Asustado, Alfonso le expresa a Janet:
— Note voy hacer nada.
— ¿Por qué entraste a mi habitación?
— Tus padres me dieron permiso… yo solo venia avisarte que el matrimonio se pospuso.
Janet se alegra de eso, y luego le dice a Alfonso:
— Al fin te diste de cuenta que no puedes forzarme a casarme contigo, búscate a alguien quete quiera de verdad.
— No es eso Janet.
— Ah, no… ¿entonces que es?
— El padre se fue del pueblo y va durar una semana o dos por fuera, así que nos toca esperar.
Janet piensa detenidamente, y luego le dice a Alfonso:
— Quiero ir mañana a la quebrada que tiene mis tierras, ¿será que me ayudas a convencer a mis padres, para que me dejen salir?
Alfonso se acerca a Janet, y coge su mano derecha, y la besa, diciendo:
— Por ti haría lo que sea.
— Gracias Alfonso, ahora ve y convéncelos.
— Bueno.
En ese momento, Alfonso se encarga de convencer a Adal y a Fanny. Para que dejara salir a Pasear a Janet.
El día siguiente, Patricio adelanta el traslado de Joaquín inesperadamente, y lo sube a un carruaje escoltado por cinco militares.
En el camino, Joaquín se desespera y con señas en su rostro, le dice al guardia que intento convencer el día anterior, que actúe.
En ese instante, el guardia se acuerda del dinero que le prometió Joaquín, y toca su espada en cada momento y mira a sus dos compañeros que están adelante. Y mira también a los que tiene al frente y a su lado.
De repente, el guardia desenfunda su espada y con gran maestría mata a su compañero del frente, y el del lado.
El carruaje se detiene. Cuando el guardia mata a un militar de adelante que tan poco al canso a reaccionar.
El otro militar saca su espada y se baten a duelo con el guardia traidor, mientras Joaquín que estaba atado de manos y de pie, coge la espada de un militar muerto en el carruaje, y comienza a cortar la soga como sea.
Con una herida en su brazo izquierdo, y otra en su estómago, el guardia comienza a cansarse en el enfrentamiento. Cuando Joaquín coge un palo y golpea a el militar en la cabeza. Dejándolo inconsciente.
Débil por las heridas, el guardia termina matando al militar que está en el suelo, lo cual desato la ira de Joaquín, quien le dice:
— ¡Eso fue innecesario!
De rodillas y muy cansado, el guardia le responde a Joaquín:
— No hay que dejar ningún testigo, ahora vamos por el dinero.
— Primero tengo algo pendiente en Pedraza.
— No seas estúpido, los militares de Patricio están por todos lados, escapa ahora que hay ventaja.
Joaquín mira el estado del guardia, el cual está a punto de morir, y le dice:
— ¿Cuál es tu nombre?
— Saul…
Joaquín se acerca a él, y le dice:
— Saul, tengo que darte las gracias por lo que has hecho por mí, así sea por dinero o no, pero en tus condiciones… no creo que llegues muy lejos, mejor descansa en esos matorrales, para que no te vean.
Saul no aguanta más y muere a causa de la gran herida que tiene en el estómago.
De inmediato, Joaquín sale corriendo hacia Pedraza.
En el Arca, con el consentimiento de Adal y de Fanny, Alfonso saca a pasear a Janet, hasta la quebrada.
Janet le pregunta a Alfonso:
— ¿En qué caballo deseas ir?, ¿Marrón o Fuego?
— En ninguno, vamos a pasear por el bosque, pero a pie.
— Nos va a quedar muy lejos Alfonso, mejor vamos a Caballo.
— No quiero montar a caballo, quiero hablar contigo calmadamente, es así, o no vamos a ningún lado.
— Está bien, se hará lo que tu digas.
En seguida, Alfonso aprovecha el momento, y coge a Janet de su brazo derecho, como si estuvieran de novios. Y se van caminando hasta la quebrada.
Minutos más tarde, Alfonso conoce la quebrada, y le dice a Janet:
— Con razón te gusta este lugar.
Janet busca la manera de deshacerse de Alfonso, y le expresa:
— Sentémonos cerca del árbol.
— Está bien.
En ese instante, Janet espera a que Alfonso se siente en una raíz del árbol. Para luego golpearlo con un palo en su cabeza. Y lo deja tendido en el suelo.
Janet sale corriendo por el bosque en busca de un caballo. Para ir a la cárcel del pueblo.
En las afueras de Pedraza, un carruaje militar que trae a un recluso al pueblo, se detiene a ver los cadáveres de los militares en el suelo.
Los cuatro soldados se bajan a revisar si alguno de sus compañeros todavía está con vida, pero es inútil.
Cerca del Arca, Janet sale del bosque y desde lejos ve salir a Joaquín de su casa, el cual vestía con ropa de su padre.
De inmediato, Janet se alegra de verlo, y le grita:
— ¡JOAQUIN!, ¡JOAQUIN!
De inmediato, este sale corriendo apenas ve a Janet y se pierde en la maleza.
Janet también corre e intenta alcanzarlo, pero no puede, y dice:
— ¿Qué le pasa a Joaquín? Se ve extraño.
En ese momento, Janet se regresa a la casa y al entrar, una espantosa escena de crimen, al ver a su padre muerto encima del comedor, y a su madre muerta tirada en el piso.
Janet se pone sus dos manos en la cabeza y explota en llanto.
Tirándose encima a su madre, la cual fue apuñalada. Janet también abraza a su padre y comienzan a maldecir, y a odiar a Joaquín.
En ese preciso momento, Ana María y su esposo Antonio van de visita a el Arca. Y al ver la puerta abierta, entran sin avisar. Cuando se asustan al ver los cadáveres de sus vecinos. Y a Janet de espalda con su vestido totalmente ensangrentado.
Estupefactos, Antonio agarra del brazo derecho a su mujer, y se van corriendo del Arca. Sin que Janet se diera cuenta de nada.
Minutos más tarde, Patricio se entera de la muerte de sus militares y saca a todos sus hombres a la calle en busca de Joaquín.
En ese momento, el general del ejército llega al pueblo. Y se baja en el cuartel militar, y le dice a Patricio, quien hace fila junto a veinte hombres más:
— ¿Qué sucede en Pedraza?, ¿porque toda la gente es tan alebrestada?
De inmediato, Patricio le contesta:
— Señor, tenemos cinco bajas. A causa de un fugitivo muy peligroso.
El general se enoja con Patricio, y le dice:
— ¿Cómo que cinco bajas?...
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