EL RECOBRO DE UN NUEVO ALIENTO

1088 Words
Janet aprovecha los días que Alejandro está trabajando con Pedro. Y se va a la playa de Malvarrosa, y se sienta a ver el mar. En ese instante, Fabián encuentra a Janet y le cae de sorpresa, diciéndole: — ¿Qué haces aquí tan sola? Janet se sorprende al ver a Fabián, y le dice: — ¿Me estas siguiendo? — Primero respóndeme tu a mí, ¿qué haces aquí tan sola? — Estoy reordenando mis ideas y pensando en tomar un nuevo rumbo. Fabián se sienta junto a Janet, y le pregunta: — ¿piensas en irte de Valencia? — Si… — Siento una gran tristeza en tu mirada, ¿acaso no eres feliz con Alejandro?... Janet se queda callada. Cuando Fabián le vuelve a decir: — ¿No eres feliz? — Nunca lo he estado. — Entonces es por eso que todos los días te escapas de la casona de Candela y te vienes acá. Janet mira a Fabián, y le expresa: — No me gusta que me espíen. — Lo hago porque mee interesas. Y ahora que sé que no eres feliz con Alejandro, tengo todo el derecho de conquistarte. — Pierdes el tiempo, yo no soy feliz con nadie… En casa de Pedro, Alejandro termina de ajustar la rueda de un carruaje. Cuando Pedro toca su hombro izquierdo, y le dice: — Si seguimos así, muy pronto vamos a exportar como lo hace los grandes comerciantes como Fernando. Alejandro se levanta y le dice a Pedro: — Tenemos que hacer crecer el negocio por nosotros, y nada más. — Si, tienes razón. Alejandro mira a Pedro, y le pregunta: — ¿Y cómo vas con mi madre? Un poco asustado, Pedro le responde: — ¿Por qué dices eso? Yo no tengo nada con tu madre. — Ya Pedro, deja fingir, desde el primer día que los vi juntos, me hice a la idea que ustedes dos estaban saliendo. — Bueno si, tu madre y yo tenemos algo, ¿te molesta? — No, me molestaría si la engañaras e hicieras sus sentimientos. — Nunca haría eso, yo a tu madre la amo. — Bueno, entonces bienvenido a la familia. En ese instante, Pedro le da un fuerte abrazo a Alejandro, y le dice: — Ahora hay que contarle a tu madre… Horas más tarde, Janet llega a la casa. Cuando Candela le dice: — Todavía su esposo no ha llegado. Janet se devuelve, y le responde a Candela: — Él no es mi esposo. — Discúlpeme Janet, pero cuando una mujer se va a vivir con un hombre es porque es así, de lo contrario no estaría bien visto. Alejandro ve a Janet y a Candela reunidos, y les dice: — ¿Paso algo cuando no estaba? Janet se va a la habitación, mientras Candela le responde a Alejandro: — No, todo está bien. En ese momento, Alejandro entra en la habitación y le da un beso a Janet, diciéndole: — Me está yendo bien con don Pedro, si seguimos a este ritmo, muy pronto saldremos de aquí. Para vivir en nuestra propia casa. — Te he dicho que no gastes tu dinero en eso. — ¿Por qué? Yo solo quiero que cambies esa cara que tienes de tristeza, yo te quiero ver feliz, ¿o estas así porque no te ha salido trabajo? Janet le finge a Alejandro, y le dice: — Que no lo de muestre no quiere decir que este contenta, “claro que lo estoy”, pero a mi modo. El día siguiente, Laura está comprando unas prendas de vestir en el comercio. Cuando se encuentra de frente con Fernando y Elena, quienes al verla le dicen: — ¡Laura! — Hola Fernando y Elena. Elena le dice a Laura: — ¿Cuánto tiempo sin verte? Laura finge una sonrisa, y le responde: — Lo mismo digo. Fernando también le expresa a Laura: — Te mande una invitación para mis cumpleaños. Y no asististe, me atreví a pensar que estabas enojada conmigo. Laura se vuelve a sonreír, y le contesta a Fernando: — En esos días estaba preparando la boda de mi hijo. Fernando y Elena se miran las caras, Cuando Fernando le pregunta a Laura: — ¿Así que Alejandro se casó y no nos enviaste la invitación? Laura baja la mirada, y dice: — Al final, mi hijo no se casó. Fernando vuelve a ver a su esposa, y le expresa a Laura: — ¿Y por qué no se casó si tu hijo es todo un caballero? Laura comienza a enojarse un poco por la arrogancia de Fernando, y le contesta: — Eso es algo que no te voy a decir, ahora él está ocupado trabajando con Pedro en la venta de café. Fernando se queda callado y muy pensativo. Cuando Elena le dice a Laura: — No te enojes querida, Fernando solo preguntaba por cortesía. Laura deja los vestidos que cogió y se los devuelve al vendedor, y le expresa a Fernando y a Elena: — Y por cortesía yo me voy, que tengan buen día. En ese instante, Laura se va de ese lugar. Cuando Elena le expresa a su esposo: — Que mujer tan difícil… En la playa, Janet vuelve a caminar por esos lugares. Y se sienta en la arena, a unos veinte metros de distancia del mar. Cuando Fabián la vuelve a seguir, y le dice: — Hola Janet. — Hola. — ¿Puedo sentarme? — Si quieres. En ese instante, Fabián se sienta al lado de Janet y ve el mar, y luego le expresa: — Ayer me dijiste que venias acá a reordenar tus ideas, pero me causa curiosidad que te sientes aquí sin quitar la mirada al mar… ¿te encanta el mar? — Si, desde que lo conocí quede fascinada, además, siempre he esperado ver a una persona. — ¿A qué te refieres? — No me prestes atención… En la ciudad, Alejandro se devuelve del trabajo. Y entra a la casa. Cuando Candela le dice: — Janet no está. Alejandro corre hacia la habitación y ve la espada de Janet, y dice en voz baja: — Pero aquí esta su espada, ¿a dónde se fue? Candela se pone en la espalda de Alejandro, y le dice: — Ella sale todos los días. Y se va directamente a la playa. De inmediato, Alejandro sale furioso de la casa y se monta con todo en su carruaje, y se va a toda prisa a la playa…
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