CONSPIRACIÓN

1326 Words
Totalmente enamorado de Janet, el rey cruza sus manos, y le expresa a ella: —   También acepto, yo voy a encontrar al tal Joaquín. Para que te vengues de él y puedas casarte conmigo, pero quiero que me digas algo. —   ¿Qué? —   ¿Cómo le hiciste para salir de ese caldero y recuperarte de esa manera tan fantástica?... mis hombres están asustados. Janet los mira a todos, y luego le expresa al rey: —   Yo soy inmortal, así que perderías tu tiempo si intentas matarme… El rey toca el rostro de Janet, y le expresa: —   Perdona por lo que sucedió, si no fueras tenido esa ropa de hombre y el cabello recogido, yo me hubiera fijado en ti desde antes, y no fueras pasado por eso por eso… pero ten confianza en que yo voy a cumplir con lo que has pedido. Janet se aleja un poco del rey, diciéndole: —   Primero cumple con lo que dije y después veremos, yo soy una mujer de palabra. De inmediato, el rey truena sus dedos. Y Ragel y los militares se ponen a disposición del rey. Ragel le dice al rey: —   ¿Qué desea señor? —   Quiero que busquen a un hombre llamado Joaquín Fernández en todo Madrid, mejor dicho, traigan a todos los Joaquines de Madrid, aquí Janet los vera a todos. Y sabrá cual es el que está buscando. —   Entendido señor. En ese instante, Ragel obedece las órdenes del rey. Y se lleva a sus hombres para esa misión. El rey le dice a Janet: —   Baja esa espada y ven conmigo. —   ¿Adonde? —   Voy a darte una habitación, mi futura esposa tiene que tener lo mejor de lo mejor. Úrsula les dice a Timoteo y a Leonardo: —   Si ustedes dos no buscan detener esto, esta mujer les va a quitar todo. En ese momento, el rey le dice a Janet: —   ¿Puedes darme la espada para que podamos ir a ver tu habitación? Janet acede a la pretensión del rey, y le entrega la espada. De inmediato, el rey le expresa: —   Bueno, ahora vamos adentro. Leonardo le dice a Mara: —   Vámonos de aquí. Mara le hace caso a su esposo. Y se despide de Úrsula y de Timoteo, y antes de que el rey suba con Janet, se van. Con toda la atención a Janet, el rey no le importa que Mara y Leonardo se hayan ido sin despedirse de él. En ese instante, el rey y Janet pasan por el lado de Úrsula y Timoteo, y se dirigen hacia una de los habitantes más grandes del palacio. Úrsula le dice a Timoteo: —   Tenemos que hablar. —   Dime. —   Pero no aquí, en nuestra habitación. —   Bueno. Sebastián se queda mirando todo el aceite en el piso. Y recuerda todo lo que presencio, y dice: —   Creo que nunca voy a poder dormir desde hoy en adelante. En ese instante, el rey le muestra la habitación a Janet, y le dice: —   Esta será tu nueva habitación, mi futura reina. Janet entra en la habitación, y luego le expresa a el rey: —   Esta bonita, ¿cuánto tiempo crees tú que tus hombres puedan encontrar a Joaquín? —   ¿Ese hombre es muy importante para ti?... que piensas hacer cuando lo tengas al frente? Janet mira a los ojos de Anastasio, y dice: —   Pienso conservar su cabeza y luego enterrar su cuerpo en otro lugar distinto. Estupefacto, el rey le dice a Janet: —   Eso suena muy macabro, ese hombre tuvo que hacerte algo muy grave. Para que digas todo eso. —   Si. —   ¿Porque cómo puede salir esas cosas tan fuertes teniendo un rostro tan hermoso como este? —   Ese hombre mato a mis padres. —   Entiendo… no te preocupes, te prometo tener a tus pies al tal Joaquín. En ese momento, Timoteo y Úrsula entran en su habitación. Cuando Timoteo le dice a su esposo: —   ¿Qué era lo que me ibas a decir? Úrsula pone sus dos manos en los hombros de su esposo, y le dice: —   Este es el momento para que tu te decidas de una buena vez por todas, tu hermano no esta bien, esta mal de la mente, y cada vez empeora más… ¡mira!, ahora volverá reina a una desconocida que revivió ante nosotros, va a poner a un demonio en el trono y tu no puedes permitir eso. Timoteo comienza a ceder un poco, y le expresa: —   Tienes algo de razón, esa mujer no es humana y aun así mi hermano quiere casarse con ella. —   Si, tenemos que deshacernos de esa mujer y deshabilitar a tu hermano. —   ¿A que te refieres con deshabilitar? —   Quiero decir que tu hagas que Anastasio se haga a un lado para que tu tomes el poder. Timoteo se pone a reír a carcajadas, y luego le dice a su esposa: —   Eso nunca va a pasar, en el remoto caso que eso pasará, Leonardo tomaría el control de todo. Úrsula se enfada con Timoteo y lo trata de sacudir, pero este coge sus manos, y le dice: —   ¡Cálmate!, ¡cálmate! —   Eres un cobarde Timoteo, esa mujer se va a quedar con todo y tu con nada. En las afueras, Ragel llega a conformar un sin número de hombres, y les dice: —   El rey ha dado una nueva orden, la cual es buscar a todo aquel que se llama Joaquín… tenemos que buscar casa por casa, rincón por rincón, todo aquel con ese nombre será arrestado. De inmediato, todos los del ejercito acatan la orden de Ragel. Y se disponen a salir a buscar en todo Madrid. En el palacio, el rey saca a Janet de la habitación, y le dice: —   Voy a presentarte al personal del palacio. En ese momento, el rey le dice a Decires: —   Diles a todos que los espero en la sala, y que no falte ninguno. —   Si señor. Janet le dice al rey: —   ¿Por qué no esperas a que tus militares encuentren a Joaquín? —   Por qué esperar si puedo esperar a mi nueva esposa, yo estoy seguro que te cumpliré con tu condición, así que prepárate para una gran boda. En ese instante, Decires le avisa a todos los que estén en el palacio y sin perder tiempo, todos se presentan a la sala. El rey le dice a Janet: —   Solo falta mi hijo y mi nuera, quienes ya se habían marchado… bueno, él es mi hermano menor Timoteo. Y ella su esposa Úrsula. Janet se acuerda de Gabriel cuando escucha el nombre de Úrsula, les dice: —   Mucho gusto. Úrsula le pone mala cara, y le contesta: —   No creas que estoy contenta contigo. Anastasio le dice a Úrsula: —   Respeta a Janet, ella será la próxima reina y deberías de ser cortes con ella. Timoteo reacciona y le dice a Anastasio: —   ¿Estas intentando humillar a mi esposa con una recién aparecida? Janet les dice a todos: —   Yo no estoy aquí para ocasionar problemas, a mí me trajeron en contra de mi voluntad. Timoteo le grita a Janet: —   Has silencio, bruja infeliz. Anastasio se enfurece con su hermano, y le dice: —   ¿Eso es lo que piensas de mi futura esposa? Timoteo se acerca al rey, diciéndole: —   Apenas conoces a esta mujer y ya te quieres casar con ella. El rey en cara a su hermano, y le dice: —   Si no te gusta pues vete, no quiero tener cerca de mí a hermanos desagradecidos… adelante, vete de aquí. De inmediato, Timoteo coge la mano derecha de Úrsula y se van de la sala. En la habitación, Timoteo revienta de rabia, y le dice a Úrsula: —   Vamos a sacar a Anastasio del poder. Úrsula se sonríe y le expresa a Timoteo: —   Deja todo en mis manos…    
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