LA PENA MÁXIMA

1689 Words
Patricio se pone nervioso. Cuando Ana María y su esposo interrumpen esa conversación, diciendo que Janet mato a sus padres horriblemente. Patricio los manda a callar, diciéndoles: —   ¡Oye mujer!, noves que tienes al frente al general Calisto Cazorla de villa nueva, ten más respecto y retírate, no queremos chimes de medio pelo aquí. Antonio les dice a los dos militares: —   Perdónenos general Calisto y usted también Patricio, pero lo que dice mi esposa es la verdad. Hay un horrendo crimen en el Arca, la hija mato a sus dos padres… tienen que ir por ella. De inmediato, el general dice: —   Si eso es verdad, entonces el culpable tiene que ser condenado a pena máxima, y sin juicio… Patricio, prepara unos hombres y traigan a la responsable de ese escalofriante caso. En seguida, Patricio mismo organiza a varios hombres. Y se van al Arca en dos carruajes. Cuando se detienen al ver que varios hombres traen a Joaquín amarrado de pies y manos. Y colgado en un palo. Patricio se baja de su carruaje y felicita a los soldados que lo atraparon. De inmediato, Patricio le dice a Joaquín: —   Vaya, vaya, vaya… el pequeño ratoncito no llego tan lejos como yo pensé, creía que me ibas a dar más problemas para encontrarte, pero no. El general se acerca a donde están todos, y le dice a Patricio: —   ¿Quién es este? —   Este fue quien mato a los cinco militares. De inmediato, Joaquín dice: —   Eso es mentira, yo no he matado a ningún militar. Patricio le da una tremenda patada en el estómago a Joaquín, y le dice: —   Te vas a podrir en la cárcel de Madrid. El general le dice a Patricio: —   Vayan a mirar de una vez por todas, que fue lo que sucedió con esas muertes que dijo esa señora. Que yo me encargo de este infeliz criminal. En seguida, Patricio le hace caso a su general. Y se va para el Arca, mientras Calisto les dice a los cuatro militares, que se lleven a Joaquín a la cárcel. En el Arca, enloquecida por la pérdida de sus padres, Janet trata de levantarse del suelo. Sosteniéndose de un asiento, pero cae de nuevo al suelo. Y se acerca a su madre y llorando le dice: —   ¿Qué voy hacer sin ustedes?... ¡me quiero morir! En la quebrada, Alfonso se levanta con un fuerte dolor de cabeza, y se toca su cuello, diciendo: —   Esta mujer casi me mata… aaaah, esta me las voy a cobrar cuando estes casada conmigo. Alfonso termina de levantarse y camina con dificultad por el bosque. En la plaza mayor, Ana María y su esposo de gritar a todo el pueblo, que Janet mato a sus padres. Totalmente enfurecidos, toda la gente de Pedraza se arma con todo lo que encuentran. Y se van al Arca, para linchar a Janet. En ese instante, Janet coje un cuchillo de la cocina y se lo pone en su cuello, y dice: —   Tiene que haber una manera para que yo muera. En ese momento, los militares entran con todo a la casa, y al ver a Janet con un cuchillo en su mano, y los cadáveres de sus padres, los militares se aterrorizan. Y se enfadan contra Janet. Patricio le dice a Janet: —   Suelta el cuchillo y ríndete. Janet vuelve a llorar como una niña pequeña, y le expresa a Patricio: —   Yo no los mate… ellos eran mis padres, eran lo único que yo tenía. Patricio no le cree nada a Janet y con señas les ordena a varios militares. Que vayan por atrás de la casa, y la capturen por la espalda. De inmediato, varios militares salen de la casa y se van por la parte trasera de la misma, mientras Janet le dice a Patricio: —   Ustedes no me creen… yo no he matado a mis padres. Patricio se acerca poco a poco a Janet. Cuando dos militares la cogen por la espalda y la someten. En ese instante, Patricio se lamenta por lo sucedido, y le dice a Janet: —   Esto no se había visto en Pedraza… por matar a tus propios padres tendrás la pena máxima, es una lástima… una chica tan linda como tú, pero qué más da, la ley hay que cumplirla. Janet intenta soltarse de los dos militares que la tienen sujeta, pero es inútil. Cuando todos escuchan la llegada de todo el pueblo, que buscan a como dé lugar acabar con la persona que mato a su propia familia. Los militares se asustan al ver cientos y cientos de personas armadas con hachas, palos, cuchillos y espadas. Y deciden hacer una formación al frente de toda la multitud. En ese momento, Ana María sale entre el montón de gente, y les dice a todos: —   No podemos permitir que los militares protejan a esa asesina, ella debe morir por nuestras propias manos. Para que esto no se vuelva a repetir en nuestro hermoso pueblo. Toda la gente se alebresta e intenta atacar a los militares. Cuando Patricio separa al frente, y les dice a todos los habitantes de Pedraza, quienes gritan y reclaman justicia: —   Ustedes verán el castigo que se le va a dar a Janet, pero deben de dejar que la ley actúe. Ana María alza la voz, y le dice a Patricio y a todos los militares: —   ENTREGUENOS A JANET Y NO SERAN ATACADOS POR NOSOTROS. Patricio explota de la ira, y se desabrocha su camisa militar, y les dice a todos: —   Si alguien se atreve a levantar su puño o arma contra un militar, será castigado igual o peor que la detenida. Y todos ustedes se las verán con el general Calisto y el gobierno de España, que no dudara en darles caza a uno por uno. Y condenarlos a una pena máxima… así que, aquí me tienen, adelante, atáquenme… Toda la gente comienza a mirarse unos a los otros. Cuando uno de ellos le dice a Patricio: —   ¿Qué van hacer con ella? Patricio se tranquiliza un poco, y les dice a todos: —   Ella tendrá una pena máxima y será exhibida en la plaza mayor. De inmediato, toda la gente celebra esa decisión y dicen todos al mismo tiempo: —   ¡Justicia!, ¡justicia!, ¡justicia!, ¡justicia!, ¡justicia! Desde lejos, Alfonso ve como toda la gente se ha tomado la casa de Janet, y dice: —   ¿Pero que pasa aquí? Alfonso se acerca con mucho cuidado, y al tropezarse con un hombre mayor, el cual tiene un hacha en su mano, le dice: —   Perdón señor, ¿me pueden decir que pasa aquí? —   Esa mujer que está siendo sacada por los militares, mato a sus propios padres, y va hacer condenada a la pena máxima. Alfonso no puede creer lo que está diciendo este hombre. Y pone sus dos manos en su cabeza. Cuando ve que los militares suben a Janet en un carruaje y se la llevan. En el cuartel militar, el general no tiene piedad por Joaquín y lo envía a Madrid con una fuerza militar superior a la que tenía antes. En una situación tan tensa que está viviendo el pueblo de Pedraza, el general sale a las calles, y dice: —   Parece que he llegado en mal momento. Isabel entra corriendo a su casa, y asusta a Cecilia y a su esposo, quienes dicen al mismo tiempo: —   ¿Qué sucede? Isabel toma respiro, y les dice a los dos: —   Janet mato a sus padres. Impresionada, Cecilia queda sin palabras y solo se queda mirando el rostro de su madre, quien sigue, diciendo: —   Parece que los mato a cuchillo. Cecilia siente un gran dolor en su pecho y de tanta tristeza, se va a llorar a su habitación. Francisco se levanta e intenta ir a consolar a su esposa. Cuando Isabel le dice: —   Déjala sola, ella necesita asimilar toda esa información. Minutos después, Janet es metida a la cárcel a la espera de su pena máxima. En las afueras de la cárcel, Ana María le dice a su esposo: —   Estoy ansiosa, ya quiero que sea mañana… ya quiero ver como los militares ejecutan a Janet. Antonio le dice a su esposa: —   ¿Cómo crees que la ejecuten mañana? —   No sé, pero de que la matan la matan. 8:05 pm, dentro de la celda sentada y llorando por sus padres, Janet se acuerda de todos los momentos que vivía junto a. Y después se acuerda del rostro de Joaquín cuando salía de su casa. Luego de haber apuñalado a sus padres, y dice con gran odio: —   Algún día te encontraré y pagaras lo que le hiciste a mis padres. En ese momento, Patricio junto al general Calisto, se paran al frente de la celda de Janet, y el general dice: —   Es muy joven, ¿cómo una mujer que apenas está comenzando a vivir, hace una cosa tan atroz? Patricio se queda viendo fijamente a Janet y luego le dice a Calisto: —   No lo se señor, es algo aberrante, pero mañana tendrá un castigo ejemplar. Janet mira a Patricio y al general. Y hace como que no estuvieran allí, y los ignora. En la mañana siguiente, el gobernador se hace presente en Pedraza, y se entera de las múltiples muertes que ocurrieron el día anterior, por boca de un pueblerino que anuncia las noticias de Pedraza. El gobernador y su esposa se instalan en la casa de gobierno, y con un militar, manda a llamar a Calisto y a Patricio. En la cárcel, un militar le pone en el suelo a Janet un plato con un pan vencido, y le dice con voz sonriente: —   Estos panes no son como los que ustedes hacían, pero al menos puedes llenar tu estomago con algo. Janet ve el plato con el pan, y le responde al militar: —   Comételo tú, creo que lo necesitas más que yo. El militar se ve su propio cuerpo y se enoja con Janet, y se va…  
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