La misión.

1821 Words
Capítulo 6 La misión. La vida de golpes fuertes, la vida muchas veces es cruel, pero se la había tomado a pecho y es que «¿Qué hice yo? En otra vida tuve que matar a alguien para que la vida sea así de injusta conmigo.» tanto dolor, Alexandra era la única persona en este asqueroso lugar que me apoyó, fue mi amiga me cuido me enseñó a defenderme ella fue una gran amiga y la voy a extrañar tanto. Tomé mi celular y marqué el número de Ivanov no contestó ni a la primera ni la segunda vez fue el tercer intento cuando logré escuchar la voz de él. –¿Qué sucede?—yo no sabía que respondedor estaba en shock y cuando vi el cuerpo de Alexandra tirado en el suelo sin vida cubierto por una sábana, comencé a llorar. –¿Qué mierda te pasa ahora por qué el lloriqueo?— me calmé un poco para controlar todos los sentimientos que tenía yo sabía que él no entendía eso. –Alexandra está muerta, la asesinaron.– solo esas palabras lograron pronunciar mis labios que aún temblaban por las ganas de llorar. –Entiendo ¿Tú estás bien, no estás herida? –Si, yo estoy bien. –Voy para allá espérame ¿dónde estás? —yo miré alrededor las patrullas y todas las personas observando, las sirenas azules y rojas se movían rápidamente en los techos de las ambulancias. –Estoy frente al supermercado que siempre venimos ale y yo. –Ok.– no dijo nada más solo colgó y luego otro oficial se acercó a mí para preguntarme que había sucedido, yo volví a contar la misma historia que hubo un enfrentamiento entre dos hombres uno salió huyendo el otro murió y mi amiga quedó entre el fuego cruzado. –Entienda señorita, será mejor que me acompañe a la delegación para firmar su declaración.– yo negué con mi cabeza. –No, no entiendo por qué razón debo ir con usted ya le he dicho todo lo que sé. –Si no viene conmigo me veré obligado a arrestarla.– abrí mis ojos como platos. –Pero es que no entiendo, oficial ya le he dicho todo.– en ese momento llegó la camioneta negra de Ivanov y se bajó rápidamente acercándose a nosotros y mirando al oficial con ojos de asesino. –No creo que usted quiera llevarse a una de mis chicas oficial.– él se asomó un poco para leer el nombre que tenía el oficial en su pecho. –Oficial Petrov, mi nombre es Damien Ivanov creo que debe conocerme y si quiere que esto pueda terminar bien se hará el de la vista gorda y se va a largar de aquí.— el oficial abrió sus ojos y se veía muy nervioso sin decir nada se retiró, damien me miró a mí me colocó las manos en el rostro haciendo que pudiera mirar sus ojos azules. –¿Estás bien?— yo asentí con lágrimas en mis ojos. –Sí, estoy bien.– me dio un beso en la frente y luego me abrazó para llevarme a su camioneta. Yo miré por última vez el cuerpo de ale y salimos de ese lugar yo sintió un dolor fuerte en mi pecho, dejarla ahí sola como un animal sin familia, sin nadie que esté con ella ese fue el dolor más grande que sentí en mi vida, cuando subimos a la camioneta damien ordenó al chófer llevarnos a casa, me dijo que yo debía descansar para la noche, yo lo miré con una ceja levantada ni aun así me dejaba un día tranquila sin tener que ir a ese mugroso club. –Tranquila no me veas así no vas a ir al club.– yo estaba más intrigada todavía «¿si no era al club entonces a dónde me llevaría?» –Te llevaré al gran casino altai palace te va a encantar.– yo me encogí de hombros. –¿Qué voy a hacer yo ahí?— él pellizcó mi mejilla mientras guiñaba un ojo. –Vas a trabajar, pero no de lo que piensas tú vas a hacer algo muy importante .– ahora esto se ponía cada vez más misterioso ya la vez preocupante y no me gustaba para nada. ******************************** Llegó la noche y debía vestirme lo más elegante posible, si algo podía decir de Damien es que podía ser de todo lo que se me pudiera ocurrir, pero el desgraciado tenía buenos gustos en ropa, calzado y joyas ese hombre me hizo lucir como una millonaria. Y yo estaba muy lejos de eso. Me miré al espejo y el fino vestido color n***o tipo cuero me quedaba jodidamente bien, el maquillaje era espectacularmente alucinante y los hermosos zapatos con pedrería brillante le daban un toque especial a mi atuendo. Deje que mi cabello bailará al ritmo del viento cuando bajé las escaleras y salí de la casa de damien el cual me esperaba afuera, me tomo de la mano y me hizo dar una giro 360 para observarme completamente, acercó su boca a mi oreja para susurrarme . –En lo que lleguemos te quitaré ese vestido con mis dientes.– yo me sonroje e ignoré su comentario, me tomo de la mano y subimos a la limusina. Cuando ya habíamos subido me hizo darle la espalda. –Ven ese atuendo no estaría completo sin ese toque especial.— me colocó un fino collar de diamantes y yo quedé boquiabierta, ese collar pagaría toda mi vida. Cuando volteé a verlo él mostró una sonrisa y me guiñó el ojo. –Un pequeño regalo por tu trabajo de esta noche .– yo había olvidado por completo a qué venía y sus palabras me hicieron regresar a esta terrible realidad, lo que él quería que yo hiciera sería un misterio, pero si me estaba dando un collar de diamantes iba a ser algo muy peligroso. Cuando llegamos al casino, todo eran luces, música y alegría yo estaba nerviosa y al pasar un mesero con una bandeja de tragos yo tomé uno automáticamente lo iba a necesitar. Damien me tomo por los hombros y me hizo mirar en una dirección en especial. –¿Ves aquel hombre que está allá en la zona vip?— yo cerré un poco los ojos y detalle al hombre obeso, está a fumando un habano mientras una mujer bailaba frente a él y otros dos hombres más, pero todo él decía poderoso y con mucho dinero puedo decir 10 veces más que damien. Yo asentí nerviosa. –Bueno, vas a hacer algo simple debes llamar toda su atención, que de lo demás me encargaré yo, cuando veas la señal vas a hacer lo siguiente tomarás este frasquito y lo vas a vaciar en su bebida. voltear para mirarlo, pero él me lo impidió. –¿Cómo rayos voy a saber que señal? –Mi pequeña, tú sabrás cuál será la señal y lo harás bien ¿Entendido?— yo asentí y comencé a caminar, de un trago me bebí toda la copa y luego tomé otra para la valentía ese hombre seguramente tenía guarda espaldas y quién sabe que otras personas lo protegen y damien me pide poner algo en su bebida, si yo no hacía bien ésto estaría muerta. Me acerqué a la zona vip y el guardia me miró de arriba abajo, ni siquiera me pidió una tarjeta algo para dejarme pasar, solo mostró una sonrisa seguida de una "bienvenida" yo le sonreí y subí las escaleras moviendo mis caderas lo más sensual posible para llamar la atención de todos y lo había logrado justamente entrando el hombre obeso me hizo una seña y yo caminé hacia él. –¡Pero qué belleza de mujer!— exclama a gran voz dejando su habano en un cenicero que está a su lado derecho. –Gracias, es usted muy amable.– él estira su mano y yo la estrecho. –Me llamo Davis Gordon.– (Americano) pensé mientras sonreí. Quién lo diría un americano más poderoso en Rusia que incluso Daniem Ivanov quizás él solo tenía envidia y quería eliminarlo por esa razón. –Mi nombre es Sabrina Carson.– respondí y el esbozo una gran sonrisa. –¡Oh, pero que tenemos aquí una americana! Ven siéntate ya decía yo eres demasiado hermosa.– yo solté una carcajada y me acerqué para sentarme a su lado. Comenzamos a platicar cómodamente y se avanzó la hora de pronto algo llamo nuestra atención. Los guarda espaldas se levantaron para ver y asegurar que todo estaba bien yo me di cuenta de que la señal era un hombre Haciendo alboroto para entrar a la zona vip. Yo aproveche que todos estaban distraídos y coloque el líquido del frasquito en la bebida de Davis sin que él se diera cuenta. Cuando todo se normalizó mi corazón estaba latiendo fuerte y por más que quería quedarme no iba a poder inventé una excusa de ir al baño y me largué de allí, Necesito salir tomar aire fresco, camine bajé las escaleras de la zona vip y cerca estaba damien quien me observaba detalladamente. Me hizo una seña si el trabajo estaba listo y yo asentí, seguí caminando hasta salir por la parte trasera del casino y abrí mi bolsa rápidamente saque un cigarrillo y luego el encendedor mis manos temblaban y no podía encender el puto cigarrillo, de la nada salió un hombre con una chaqueta negra que tenía capucha yo me asusté, pero él parecía no importarle eso, mostró una sonrisa y se acercó a mí no me dio tiempo de reaccionar , pero solo saco un encendedor para encender mi cigarrillo que todavía estaba en mi mano yo comencé a fumarlo sin dejar de mirar al hombre extraño, que permanecía en silencio. Al terminar de fumar quise irme, pero el hombre sacó un arma de su chaqueta y me apuntó yo abrí mis ojos muy grandes y no sabía que hacer no podía gritar él me iba a disparar me ordenó seguirlo y yo tuve que obedecer, luego caminamos por un callejón hasta ver un auto n***o el cual no tenía placa mi corazón se aceleró y podía sentirlo en mis oídos mis pasos eran lentos, nerviosos y mi respiración agitada por el miedo. Si tan solo estuviera alexandra aquí ella sabría que hacer, fue entonces que me hizo subir al auto tuve que hacerlo no me quedaba de otra y lo que vi dentro me dejó sin palabras. –¿Alexandra? ¿Pero como puede ser posible? Esto tiene que ser un chiste. No, no ¿Qué está pasando aquí?— yo froté mis ojos para ver si realmente era ella, esto no podía ser cierto ¿Cómo rayos estaba viva? Yo la vi desangrarse. Siento nervios y mi respiración agitada por el miedo.
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