Pov. Valentina Me levanto con mi cuerpo enrollado al suyo, su perfume está en mi piel, como las últimas noches. Maldije internamente por a haber permitido que esto sucediera. No lo quería cerca, no lo quería dañándome, no cuando yo tenía demasiadas cosas por las cuales sufrir, muchas cosas que podían salir completamente mal. Por lo que hui. Mis pies se movieron por el pasillo para entrar directo en mi casa, mi antigua casa, dónde Ash, pálida con aspecto enfermo esperaba. Abrí mis ojos grandes y la miré preocupada, pero ella solo se largó a llorar haciendo que todo esto fuera peor, porque estaba mal, muy mal y sabía que la culpa la tenía el sujeto del que se había enamorado. Era la única certeza que tenía. — Vaya tienes aspecto de enfermo. Su labio salió un poco antes de romper