Siento un poco de nervios y deseo ser un caballero y preguntar si estaba seguro.
Pero termina la pregunta y me empujo hacia delante y le doy un beso suave un sus labios hermosos.
Se tensa un segundo y al otro me agarra por la nunca y toma mis labios en un beso caliente y húmedo. Me encanta. ¿Estoy soñando?
Abro la boca y su lengua encuentra la mía tímidamente al principio. Y cuando le devuelvo el beso todo se es más salvaje, las manos no dejan de tocar, agarrar y amasar. Los sonidos suaves que se escuchan son de ambos.
Desprendo mi boca de la suya y le doy un beso en la nariz y apoyo nuestras frentes juntas, respirando de forma irregular
-guau, eso fue intenso, digo bajando a la tierra
-me moría de ganas,
me dice a cambio
-Tengo que decirte algo. Hoy Lucio me descubrió observándote y me dijo que sabe que me gustas y yo le dije que sí, que me gustas y que te besé en el bar.
-¿y qué te dijo?
Pregunta Sebastián alejándose unos centímetros de mi, mientras acomodaba su pelo
-que lo sospechaba porque actuaste raro estos días, lo siento, no fue mi intención contar una intimidad de ti, pero me dijo que nota como me miras y que somos un equipo y que nadie cuestiona gustos de amigos
- es un buen amigo
-si lo es! ¿no te molesta que lo sepa?
-No lo sé. Nunca me plantee que quizás me gustara un hombre. Y siento que sólo me gustas tú, no los hombres en general. Pero igualmente no sé como seguir o qué hacer. Pienso que no se le debe explicar a los demás a quien nos gusta amar, pero es algo que la sociedad espera
-Yo voy a salir frente al equipo.
Le digo de forma automática.
- Pero no te lo digo para presionarte. Yo siempre estuve fuera y orgulloso, mis padres y mis amigos lo saben y me apoyan, así que necesito que el equipo lo sepa también.
No te voy a mentir y decir que estoy acá para apoyarte y esperar que te descubras a ti mismo, porque siento que mi corazón va a salir perjudicado si me pongo en esa posición
-oh. Está bien.
Me dice en tono bajito
-escucha, me encantaría que descubras tu sexualidad conmigo, pero si no te conformas y quieres explorar y divertirte con otros, no lo podría soportar.
-No sé si me gusta la idea de otros hombres. Eres tu al único que veo, pienso en ti todo el día. Hasta llegué a, ehh, la otra noche…
De golpe se queda en silencio
-¿la otra noche qué? Le insisto
-Me masturbe pensando en ti.
Me dice completamente rojo y mordiéndose el labio inferior. Me acerco y le paso la lengua, cuando suspira le doy un beso lento y dulce
-Yo también lo he hecho, está bien, es normal supongo. Te exito
le digo sonriendo
Se ríe y se toca el pelo. Me mira, me mira fijo e instenso. Siento que sus ojos me tocan con ese brillo
-nos vemos esta noche en el cumpleaños de Lucio?
Le pregunto
-¿ya te vas? Si, nos vemos en el bar supongo
dice bajito
-¿quieres que me quede un rato más? Podemos comer algo me dio hambre
Sus ojos brillan más aún.
-si quédate prepararé unos sandwiches
-Te ayudo
Lo veo moverse por la cocina, es linda, tiene todo lo necesario, buen espacio para andar y una isla con 3 taburetes altos. Me acerco a lavarme las manos y le doy un beso en la cabeza cuando paso junto a él. Me congelo, me mira sonriendo y me descongela. No tiene problemas con la muestra de afecto. Punto a favor porque no puedo mantenerme alejado
-¿Te gusta cocinar Sebastián?
-mmm, un poco. Me gusta cocinar lo que sé hacer bien, si pruebo hacer platos nuevos me frustro un poco.
-Genial me gusta comer, podrías utilizarme para probar lo que quieras prácticar. Yo no sé cocinar nada
Le digo sonriendo para que no tome apresurado mi comentario
-Me encantaría cocinar para ti.
Me dice sonrojado
Terminamos de preparar los sándwiches y vamos nuevamente al sofá con dos vasos de jugo de naranja.
Enciende la televisión en un programa de noticias
Seguimos charlando de nuestras vidas un par de horas más, me contó de su familia numerosa y de su obsesión con encontrarle novia. Me dijo al pasar que no se tomarían bien el que esté con un hombre, yo le dije que primero piense en él y después en los demás, supongo que no estoy a la altura de dar consejos pero es tan linda su personalidad que no debería perderla por gente intolerante
-¿ quieres que te recoja para ir al bar?
- Si genial, a las 8?
Lo acerco a mi con una mano en la nuca y nos besamos suave al principio y cuando pasa sus manos por mi pelo me desespero y no puedo dejar de tocarlo, su espalda tonificada y sus brazos fuertes, es más flaco que yo pero aún así marcado, le toco las piernas fuertes bajo el jean descolorido que lo hace ver hermoso, estamos frente a frente en el sofá y mis manos llegan justo a rodear su culo, apretado, firme, lo acaricio y amaso y el se acerca más a mi.
Sus manos igual de inquietas que las mías. Rompe el beso y frota su rostro en mi barba, tentativamente me besa la mandíbula, el cuello y si no me alejo ahora no sé lo que haría.
Le beso la frente, lo despeino porque no me puedo resistir y me levanto para irme lo más rápido que pueda.
Es increíble lo caliente que estoy
Sebastian me mira lentamente todo el cuerpo y yo siento que mi pantalón va a explotar
-si sigues mirando me así no sé lo que haría Sebas
Me mira con esos ojos llenos de pasión
-te dejaría hacer lo que quieras Nick
-Hoy no, es muy pronto, no quiero abrumarte. Y ya no me puedo controlar. El saber que te gusto tanto como tú a mi, me mata. Pero tengo miedo de ir muy rápido y salir lastimado.
Le digo en voz baja y con un nudo en la garganta. El se levanta, viene hasta mí y me abraza, lo rodeo con mis brazos a cambio y me besa el costado de la boca.
-nos vemos a las 8 Nick.
Me dice con una caricia de sus dedos por mis labios
-nos vemos
Le digo y me voy
Cuando llego a la puerta de la calle, suspirando intento abrirla y está cerrada con llave. Doy la vuelta para pedirle que me abra y casi nos chocamos. Ríendo lo estabilizo. Abre la puerta y me sonríe cuando me voy