Estos ojos me miraban con ira, pero también tenían algo más, lo mismo que yo, convirtiéndose en una mezcla muy peligrosa que podía incluso aparecer en momentos así. Retrocedí hasta la puerta y le pegué seguro, Lisa se dio la vuelta, huyendo hacia su escritorio, pero ya la marca había estado en sus ojos, en su mirada. La forma en la que me reclamaba desde que estábamos a solas, su mano impactando en mi cara o…lo rabiosa que se veía. Estaba…incluso excitada en este momento. Sus mejillas la delataban, aquellos pezones que se asomaban por encima de la camisa o la manera en la que mojaba sus labios con demasiada frecuencia. Caminé hacia ella, rozando mi erección de manera incómoda al mover mis piernas, la intercepté cuando iba corriendo hacia la puerta, su cuerpo cayó al suelo y yo la apri