Habían pasado ya más de quince días desde que Noah Davies estuvo aquí. No lo creí con los suficientes cojones de venir hasta aquí, pero lo hizo, encontrándome en la casa del acantilado. Este sería mi nuevo y favorito hogar. « —¿Has venido a matarte?—pregunté al verlo, pues los días pasaban y él no aparecía y yo sabía que él iba a venir tarde o temprano, es decir, hice desorden en su ciudad, lo más seguro era que él viniera, aunque comenzaba a pensar que no lo haría, sobre todo porque Lisa no contestaba a mis llamadas y no había regresado. ¿Por qué no había regresado? Que Lisa no volviera era sumamente extraño, por mi mente pasó que Noah la estaba reteniendo. ¿Sería posible? —No, casualmente no. Y no porque no lo desee, Cameron. Mataste a Dominic sin ninguna necesidad, ¿qué razó