Prólogo
Mi familia está en constante movimiento de lugar gracias al trabajo que mi padre tiene en una empresa prestigiosa y todo el tiempo para nuestros vecinos, ya sea de una u otra vecindad somos conocidos como, los raros.
Pero eso que importa.
En fin, siempre he dicho que una buena figura lo es todo y en serio que lo es todo, no importa si eres de buena familia o no, eso siempre es fundamental para el mundo, solo que yo omito esa regla con lo verde de mis ojos, lo amarillo que es mi cabello y la falta de melanina en mi piel.
Suspiro. Con esa descripción todos dirían e imaginarían que yo debo tener un cuerpo de infarto, pero no es así, desgraciadamente.
O al menos yo pienso eso.
Pero vamos a ser realistas, ¿ok?
¿Qué loco se enamoraría de una chica bajita, aproximadamente un metro sesenta, regordeta, de cabello rubio y ojos verdes, con un sentido de la moda por el suelo y una autoestima bipolar?
Es prácticamente imposible que eso pase y por eso desde ya estoy ahorrando para comprar cuatro gatos, dos perros y un canario.
No pienso pasar mi vida sola, eso es seguro, pero...
Mi timidez me hace torpe, mi locura me hace rara, mi altura me hace enana y mi nombre es: Irina Warren.