- ¿Qué le sucedió a tu brazo? – preguntó Susan con uno tomo de preocupación, era la tía de Bervely. La mujer reposaba en una cama del hospital conectada a un suero. Bervely sonrió animada, tomó la mano de la mujer entre la suya y le respondió. - Tuve un pequeño accidente, nada sin importarían. Mejor dime, ¿Cómo estás? Susan acarició las mejillas suaves de Bervely y le respondió. - Bien, cada día siento que me recupero. – sonrió. - ¿Cómo van los planes de tu boda? Bervely bajó la mirada y de inmediato sonrió para ocultar lo sucedido en su relación. No quería darle la noticia de golpe y agravar más su salud, conocía el diagnóstico de su tía que por el momento era mejor ocultar la verdad. - Martin y yo estamos preparándolo todo. Nos casaremos cuando te recuperes, ya lo hemos deci