- Doctora Hoftadter, ¿Qué me dice de su acompañante? – preguntó Massimo sin vacilar. Bervely sonrió, las nubes del licor hicieron que su vida fuera más relajada y divertida. - Pavel Romanov. – respondió y bebió un poco más. – es un hombre que sólo sabe tomar sin pedir. Responde muy poco y en ocaciones no lo hace, se limita a muchas cosas. Habla de cosas que no tienen sentido y como si no le temiera a la muerte. – sonrió y agregó como si se tratase de una confesión. – dejé un par de velas en la iglesia para que no me atormentara más, y vaya que ha servido. Massimo levantó las cejas y le sonrió. - En el momento que han pasado juntos, ¿ha visto algún suceso extraño? - Todo en él es extraño. – cuestionó ella. El hombre decidió acercarse y hablar en voz baja. - Pavel es respetado