Larissa
Creo que mi vida no puede estar peor, por más que trabajo siento que no avanzo, vivo en un deplorable departamento que por poco nos cae encima a mi hermano y a mi
El es un chico que a decir verdad no aporta absolutamente nada, el es solo un año mayor que yo, y siendo sincera pareciera como si yo fuera su madre, a mis 22 años creo que he envejecido mucho en cambio mi hermano es como un niño
El se la pasa en casa perdiendo el tiempo y a veces con sus amigos, que por cierto ninguno de ellos me agrada
Suelto un suspiro mientras sobo un poco mis pies, estar todo el día atendiendo mesas por un miserable sueldo es desgastante, otra sería mi suerte si hubiera terminado la universidad o al menos si la hubiera empezado
Pero desde que mamá murio toda la carga recayó en mi ya que Connor no hace por dónde ayudar
- Lari, necesitan atención en la mesa 2- dice Claudia una de mis compañeras
- Enseguida voy- digo colocándome nuevamente los zapatos y tomando un respiro antes de continuar .....
Respiro aliviada cuando al fin es mi hora de salida, pues hoy recibiré mi sueldo que tanta falta me hace, ya se me está pasando la fecha para pagar los impuestos públicos, son cosas básicas que quizás para los Millonarios sea poca cosa, pero para mí es totalmente necesario tener luz y agua
Sonrió cuando mi jefe me entrega mi suelto y salgo del restaurante, aunque es un restaurante de bajo presupuesto la paga es miserable, suspiro al ver la misma cantidad de dinero de todos los meses sin un aumento por lo menos pero bueno peor es nada ...
Camino con un poco de frío por la solitaria calle que lleva a mi pequeño departamento, lo único que detesto de salir tarde, es que me toca pasar por el enorme busque que está frente a la calle, algo en ese lugar llama mi atención es como si hubiera un imán que me está jalando e incitando para que entre en ese oscuro lugar
Sacudo mi cabeza ignorando esa sensación y continuo mi camino hasta mi departamento, al llegar resopló al ver a los amigos de mi hermano en la sala
- ¿Bueno ustedes no tienen casa propia o que?- pregunto
Pues vienen prácticamente todos los días a comerse la comida que con tanto esfuerzo compro para nosotros dos
- No empieces Larissa- dice Connor mi hermano
- No empezaría si tú me ayudarás con los gastos Connor, estoy cansada de esto- le digo
- Ya bajale dos rayitas a tu enfado muñeca, no vendremos tan seguido para que ya no te molestes- dice Gabriel uno de sus amigos, o mejor dicho su mejor amigo
Yo solo resopló y voy a mi habitación donde cierro con seguro la puerta, tendré que esperar a que esos tipos se vayan para poder ducharme
Me recuesto en mi pequeña cama mientras cierro mis ojos un poco, me siento tan exhausta que no me doy cuenta cuando me quedo dormida
La Alarma de mi móvil me despierta, abro mis ojos un poco desorientada mientras miro a mi alrededor
Suspiro con cansancio al ver que sigo en mi habitación por lo que busco una muda de ropa y me ducho rápidamente, noto que en mi móvil hay un mensaje de texto el cual al leerlo solo resopló
Me tocará doblar turno ya que Claudia está enferma, pero bueno no me queda de otra, desayuno lo primero que encuentro y luego me voy hacia el restaurante
La mañana me la paso un poco tranquila ya que no hay muchos clientes, lo cual es un poco extraño, pues a esta hora siempre está el restaurante a punto del colapso pues los desayunos son los más vendidos
Es extraño que hoy no haya tantos clientes, es como si de un momento a otro alguien les hubiese apagado su interruptor de hambre
Clara otra de mis compañeras se acerca a mi para conversar, pues como ya mencioné antes el restaurante está prácticamente vacío
- Es extraño que este así de calmado, verdad- dice ella
- En realidad si, a esta hora casi siempre el restaurante está lleno, y hoy pareciera como si los seres humanos que venían hubieran dejado de existir- digo
- Concuerdo contigo, a lo mejor ya nos están invadiendo los extraterrestres y se están llevando a los humanos de mayor comer- dice ella divertida
- Ni lo menciones, nosotras seríamos las primeras en irnos- digo para luego reír
Clara ríe junto conmigo y pasamos el resto de la mañana tranquilas, al llegar la hora de almuerzo las mesas se llenaron pero con una o dos personas, en algunas habían como máximo tres, lo cual me pareció realmente extraño
¿De verdad que estará pasando con los clientes?
Sacudo mi cabeza y sonrió pues entre menos clientes menos cansancio para mí, trabajo lo más rápido que puedo atendiendo las mesas y recogiendo pedidos, cuando las órdenes están listan las entrego y recibo algunas propinas lo cual me hace sentir aliviada, pues las propinas son de mucha ayuda
Al terminar de atender, el restaurante queda vacío nuevamente, Clara me mira confundida al igual que yo, pero ambas nos encogemos de hombros y continuamos con lo nuestro
Al ser su hora de salida, Clara hace cambio con Rachel, quien ingresa, está tambien hubiese Sido mi hora de salida pero me tocó doblar turno, Rachel toma el lugar de clara y me mira confundida
- ¿No hay clientes?- pregunta
- Al parecer no, hoy no han habido muchos en realidad- digo
Ella solo asiente con confusion y prosigue ordenando las mesas
Yo tomo apuntes de la venta de hoy, y así me la paso hasta mi hora de salida, respiro profundo y con alegría al ver que por fin puedo volver a casa
Pero al salir del restaurante puedo ver al mejor amigo de mi hermano parado en una esquina de la cuadra, detesto que venga a buscarme al trabajo, se que no lo hace con buenas intenciones
Observo la acera que está del otro lado de la calle, aunque me da miedo el bosque prefiero evitar a esa alimaña, cruzo la calle y camino a pasos un poco rápidos, pero un jalón de brazo hace que retroceda
- A dónde tan deprisa muñeca- dice Gabriel y puedo sentir su aroma a alcohol
- Suéltame- digo frustrada
- Sabes que... tu actitud de niña buena me tiene cansado, te demostraré a ti y a todos que eres igual de zorra que todas las demás- dice mientras empieza a arrastrarme al bosque
Grito con pánico mientras intento soltarme de su agarre pero para mí mala suerte no hay nadie a la vista, por lo tanto nadie que pueda ayudarme
El me lleva a rastras hasta lo más oscuro del bosque, dónde me lanza al suelo
- Ahora si, vas a ser mía como tanto lo he deseado- dice el
Yo trago grueso al escucharlo, pues jamás en toda mi existencia permitiré que este imbecil me toque...