CAPITULO 3

1450 Words
Llego el domingo que era ansiado por ambos niños, pues sus padres los sacaban a pasear a un parque donde se encontraban con más chiquillos de su edad, especialmente 3 que eran los más llevaderos, Bianca, Laila y Hugo. Los padres de los niños, jugaban básquet con otras parejas, mientras los chiquillos jugaban a las escondidas, a los príncipes y princesas, casi siempre la ponían de Reina a Annia, como era más blanca que los otros, le quedaba bien la tiara de Reina. Ella se pavoneaba delante de ellos con una rama como si fuera su cetro, apuntándoles y ordenándoles —Eso es allí mi querido niño, tú pon eso por allá Y todos le obedecían, a pesar de que le ponían en ese escalafón alto, ella jamás abusaba o era creída, sus juegos eran tan inocentes, tan normales. A Bianca se le ocurrió decir una idea —Annia juguemos a los novios, tú con Arthur, Laila con Hugo y yo soy la suegra mala Todos los niños estuvieron de acuerdo sin imaginarse que ese jueguito sería el causante de la tragedia venidera en muchos años más adelante. Arthur consiguió una hermosa flor y se la dio diciendo divertido —Bella dama de mi corazón, esto es para resaltar más tu belleza — a lo que ella le contesto estirando su nariz para arriba tratando de parecer de la realeza —Esta linda noble príncipe, su regalo ha brillado en todo el parque, gracias Le hizo una reverencia y los demás amigos aplaudían riéndose de sus ocurrencias, Annia la flor la puso con cuidado en una funda para llevársela a su casa. Siguieron jugando hasta muy tarde en que sus padres los buscaron para comer afuera y después regresar a casa Cuando ya llegaron a casa era pura felicidad entre las familias que llegaban juntas al edificio, cada quien iba a su departamento despidiéndose, ya en su piso, Arthur y su familia se despidieron de la familia de Annia, al entrar fue directamente a buscar un vaso con agua y poner la flor allí, para observarla y sonreír, Arthur lo hizo por jugar, pero por la reacción de Annia parece que ella piensa algo más que amistad, pero todavía es muy niña para darse cuenta Esa semana no hicieron travesuras en la escuela, los directivos y vigilantes bajaron la guardia pensando que por el temor se había terminado las bromas, pero que equivocados que estaban, no conocían a los causantes de lo que pasaba. Arthur junto con Hugo prepararon una travesura con una coca cola y unas pastillas de menta al ver los resultados, buscaron a su víctima, esta vez fue el profesor de cuarto grado que le encantaba en el recreo tomar coca cola, estaba sentado tranquilo en las gradas, sin embargo, estaban separadas entre sí, atrás estaba situado Hugo, esperaba el momento en que pusiera la botella a su lado y ponerle las pastillas, para eso habían preparado una distracción. Annia, Bianca y Laila se pusieron a discutir por una muñeca llamando la atención del docente, cuando su mano agarro la botella Hugo le puso las pastillas de menta y salió corriendo, basto que solo la suba cerca de su rostro cuando el líquido reaccionó casi en forma instantánea mojando completamente al profesor y esto causo la risotada de todos los alumnos presentes. Se hizo un tumulto y los demás profesores fueron a mirar que estaba pasando, ayudaron a calmar todo y el profesor fue llevado a los baños para asearse, pero los alumnos jamás olvidarían ese chasco pasado por el docente, las risas, las imitaciones de su reacción ante lo acontecido eran graciosas. El grupo de niños estaban un poco lejos riéndose de lo que pasó, se sentaron para descansar, termino el recreo y los conserjes barrieron el patio llevándose consigo las pruebas de que fue planeado, la botella con los residuos de las pastillas fueron a dar a la basura con otras botellas más y la travesura quedo impune a gozo de los niños traviesos, que prometieron no decir nada en la escuela para prevenir cualquier cosa. Como nadie vio nada atribuyeron a que la botella estaba a lo mejor batida mucho tiempo y estaba bajo presión, fueron muchos argumentos y la cosa se quedó en nada El grupito era muy unido, así fue hasta que terminaron la escuela, ya cuando debían ir a secundaria se separaron se encontraban muy de repente, pero Arthur y Annia siguieron juntos la secundaria. Y allí comenzó entre ellos un pequeño roce, pues la pubertad alteraba las hormonas de ambos, ya comenzaban a tener ciertos cambios de gustos, sentimientos, le atraían los de distinto sexo, pero todavía jugaban, paseaban, eran muy íntimos, se contaban cosas muy personales y se ayudaban entre sí. Ahora regresaban a casa los dos solos o a veces acompañados de otros compañeros de clase, miraban en la televisión animé japonés, eran buenos estudiantes para el orgullo de sus padres, su vida continuaba con normalidad, hasta que una noche en que Arthur y Mike regresaban a casa con unos regalos para el cumpleaños de sus hijos, la fiesta estaba muy entretenida, divertida, estaba el departamento lleno de chicos de la edad de Arthur, bailando y riéndose. Mike se bajó primero para esperar a su amigo y ayudarle a subir los regalos, el auto se estacionó, se bajó y ambos abrieron las puertas de atrás para sacar todo lo que traían para los cumpleañeros, cuando sintieron un frío en la nuca, el frío del cañón de las pistolas de unos delincuentes que llegaron para asaltarlos y quitarles todo lo que poseían. Arthur solo alzo los brazos resignado a perderlo todo, pero no la vida, en cambio, Mike se enfrentó a uno de ellos causando que le disparen en un costado, Arthur se desesperó e hizo lo mismo, recibió un balazo, pero en el corazón y murió de inmediato, Mike al verlo desplomarse y quedarse con sus ojos abiertos, agarro una de las pistolas que cayeron cerca de Él en la trifulca, disparo a uno de ellos hiriéndolo en la pierna, pero, en cambio, recibió dos balazos que le perforaron el pulmón y también murió. Alguien había llamado a la policía y al escuchar las sirenas, los ladrones se fueron a toda velocidad desapareciendo de ahí, llevándose a su herido y dejando muerte, dolor y los cuerpos en el suelo, los cuerpos de dos padres amorosos, trabajadores que solo deseaban llegar con regalos para sus amados hijos Nadie había escuchado nada en la fiesta, pues allí estaban todos los del edificio festejando, solo se dieron cuenta por las sirenas de la policía, al asomarse vieron el auto de Arthur y dos cuerpos tirados ensangrentados en el suelo, los reconocieron y bajaron a toda prisa para solo ver muerte y dolor allí Sus esposas lloraban su pérdida y los dos chicos miraban a sus padres muertos en la calzada, sus ojos pugnaban por llorar, pero estaban en shock, eran sus padres, los regalos tirados allí, ni siquiera eso se llevaron los malditos asesinos, únicamente llegaron para llenar de dolor a ambas familias, la fiesta de festejo del nacimiento de ambos chicos ahora se tornó en el día de la muerte de sus progenitores. Todos los habitantes del edificio sollozaban por ellos, pues eran bien vistos por todos, Arthur y Annia se abrazaban muy fuerte queriendo sentir el apoyo del otro en semejante situación, algunos familiares se los llevaron para que no vean cuando los ponían en esa fría funda negra a sus padres, ese impacto era terrible para que ellos lo observaran En el piso estaba abierto el departamento de Arthur donde hicieron juntos el festejo para ellos, los chicos se asomaron por la ventana y solo vieron que algo metían en un furgón, sus madres allá abajo abrazados de otras personas, se miraron y Annia dijo —Arthur, ¿nuestros padres… murieron? Los viste, estaban tirados allí con sangre, los mataron Arthur, mataron a nuestros padres… mi papá está muerto… mi papá murió —Mi papá también Annia… mataron a mi papá también, nos quedamos sin papá —se abrazaron juntos y se quedaron así, hasta que un primo mayor de edad llego y se quedó con ellos para cuidarlos y no dejarlos solos, pues las madres de los chicos se fueron con los cuerpos de sus esposos Un cumpleaños doble que terminó en tragedia, unos padres trabajadores amorosos terminaron en la calzada fría yaciendo sin vida por culpa de los malditos delincuentes que ni siquiera se llevaron lo que vinieron a robar, solo dejaron dolor, sufrimiento y a unos chicos sin sus padres, un golpe duro que los dos deberán superar, pero influirá mucho en su vida venidera
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