ROMINA Charlar con Jacob fue diferente, no hablé de juguetes y desorden como con Lola, no hablé sobre si comí bien o no... Tampoco hablamos de que necesito un hombre en mi vida como con las chicas, sólo hablamos de cosas banales y de trabajo, juntamos ideas y tenía algo más claro para conseguir a las modelos. Mañana me encargaría de eso con Mónica, tenemos que ir a una agencia de modelos, yo elegí una agencia pequeña pero exitosa en la que su dueña fue antes también una gran modelo y abrió su propia agencia en la que modelos de todas las tallas pueden conseguir un verdadero trabajo y respeto. — Gracias por el almuerzo — estaba un poco más tranquila a su lado. Sin embargo no me fiaba del todo, por empezar no me recordaba. Eso me hacía preguntarme cuántas mujeres más pasaron por su vida,