Carlota Reviso mi teléfono por quinta vez desde que estoy en la oficina y lo dejo caer en mi bola, me levanto me pongo la bata del laboratorio y me fui a mi lugar seguro, el cuarto blanco y esterilizado con todas las máquinas que necesito, me pongo los guantes y los lentes y comienzo a meterme mejor con mis tubos de ensayos que son más claros que lo que quiere un hombre. Está parte irracional de las personas no las entiendo y nunca las entenderé, para mi es más fácil preguntar que asumir tonterías, en vez de preguntar, he intentado hacer una vida relativamente normal, pero me gusta mucho más los cálculos que las relaciones personales, solo Romina y Mónica son mi contacto a tierra que me hacen sentir normal y en casa. Mis padres se dieron cuenta de pequeña que no soy normal sin embargo m