AIDEN Me quedé embobado como la primera vez que probé una paleta en mi vida al verla bailar y jugar con su cabello de esa manera. No era consciente de que la estaba observando, pero yo si era consciente de que me la estaba comiendo con la mirada. Tenía que echar freno, eso fue lo que pensé, y déjenme decirles que así como llegó se fue como algodón de azúcar en el agua. Era una mujer con la que tenía que tener sumo cuidado. Aiden, contrólate cabr**ón. Había algo raro en ella porque varias veces había notado que me veía como si le gustara. Bueno, no me voy a hacer el tonto, en realidad sabía que le gustaba. Varias veces la había cachado viéndome desprevenida, pero por algún motivo, a pesar de que sabía que le atraía ella era la única mujer que se había resistido. Me acerqué a Ani despué