ANIKA
Llegué al auto de Aiden a buscar la ropa que me iba a prestar para ponerme. Ay, que estaba toda emocionada porque me iba a poner algo de él, claro que no era esa típica camisa blanca que, en las películas, las chicas se ponen después de haber dormido con el protagonista, porque era algo así como me lo había imaginado. Bueno, el caso es que tendría la ropa de mi amors puesta, algo era algo.
Me quité la ropa en su auto, porque todo estaba hecho un desastre, y mientras me estaba cambiando, pensaba en lo lindo de la vida y en que estaría oliendo el aroma de Aiden durante el resto del día. Hasta que fui consciente de algo que no me había pasado por la cabeza.
Sentía la ropa más apretada de lo normal.
No era la misma ropa holgada de siempre. Aiden vestía su talla, y no había sido cons
