ANIKA Desde que había optado por vestir tallas más grandes que de las que en realidad era, me sentí segura porque no me sentía juzgada por mi cuerpo. A menudo tenía pesadillas en las que yo terminaba siendo perseguida por personas perversas que solo me querían tomar a la fuerza. Sí, siempre había pensado eso e incluso las pijamas que vestía estaban pensadas por si me tenía que parar de la cama de inmediato y defenderme. Salir a la calle había sido un logro, y mis padres hicieron lo posible porque yo saliera adelante con mis heridas emocionales. Nunca recibí atención psicológica porque yo había encontrado la manera de sobrellevarlo todo, y mis padres no es como que tuvieran el dinero para pagarme las sesiones psicológicas, y no habíamos encontrado ese tipo de apoyo por parte del gobiern