— ¿Llamarlos? ¿Ha pasado algo? — se alejó de su amigo para poder hablar más tranquilamente. — ¿Eh? No es contigo, Kaia. Es que tu hermano me está contando lo que ha pasado con su novia y se ha quedado sin lugar donde dormir. — ¿Y dónde duerme ahora? — En casa de un amigo suyo. ¿Cómo estás, cariño? ¿Y Adri? — Le preguntó la voz con tono cariñoso. — Ahora mismo Adri está en el colegio y… bueno, por ahora está bien, al igual que yo — respondió ella, sentándose en una silla un poco lejos de la cámara de fotos. — ¿Y tú, mamá? — Pues mira, estoy bien para mi edad. Me han propuesto acompañar a los alumnos a Middlestone y aquí estoy, en el autobús hablando con tu hermano que le voy a dar un golpe… aish…. ¡Qué niño! Pensar que es mi hijo mayor… — habló la mujer al otro lado con un tono diverti