Días despues, Kaua fue con sus amigas y con su hijo a la feria. Las tres chicas iban vestidas de manera casual, sintiendo los estragos del sol sobre su cuerpo. Adri iba tomado de la mano de su madre y tirando de él para que anduviera más deprisa, mientras se dirigían hacia el recinto donde se encontraban los columpios. Allí se encontraron con Madeleine, Joshua y su hija. Mientras que los niños estaban columpiándose, ellos se encontraban hablando animadamente cuando de pronto, Kaia se quedó mirando hacia la derecha con cara de asombro. A la persona que veía era un hombre que rondaba los sesenta años, echándole unos 59 años. Tenía el cabello un poco largo y gris por su avanzada edad y tenía las cejas un poco gruesas y también de color gris. Los ojos de ese hombre tenían un precioso col