Vista de Piper
Piper se giró al oír a Brandon salir de su habitación, aún en pijama, había oído su alarma sonar a las 8. El chico ya estaba sonriendo, emocionado por el día en las pistas, qué niño tan feliz. Estaba realmente contenta por eso. Le sonrió y le dijo que el desayuno llegaría pronto.
Él le sonrió de vuelta "Luego a las pistas".
"Sí, una vez que las pistas y los telesillas estén abiertos." Ella le sonrió de vuelta "y el half pipe."
"Claro, también quiero que tomes muchas fotos. Mis amigos no creen que ya puedo hacer half pipe."
"Entendido, tomaré muchas fotos." Ella asintió. Aunque dudaba mucho que sus amigos no le creyeran. Era naturalmente talentoso en todas las áreas del deporte. Probablemente quería las fotos para él, era un poco presumido, pero eso probablemente venía con el territorio, al menos no era un abusón. Como algunos lobos jóvenes con sangre de alfa, su necesidad de dominar y tener control superaba todo lo demás, incluso la forma en que trataban a otros lobos en su propia manada.
Lo había escuchado, hablando consigo mismo frente al espejo de su habitación en muchas ocasiones durante los últimos meses, diciéndose a sí mismo y estando de acuerdo consigo mismo en que algún día sería muy grande y fuerte, que sería un atleta súper en forma y no podría esperar a llegar a la secundaria y enfrentarse a todos los lentos en pista y campo. Ya creía que sería súper fuerte y rápido, que podría correr más que todos. Sería uno de los chicos populares que conocen a todos y todos admiran.
Poco sabía él que ya era el niño popular, que su gran círculo de amigos se debía a que los humanos se sentían atraídos hacia él y el poder que tenía en su linaje. En cuanto a lo de pista y campo, cuando fuera mayor ella lo animaría, sería bueno que liberara esa energía extra que tendría.
Aunque una vez que obtuviera su lobo tendría que controlarla en gran medida, solo superar a esos humanos por unos segundos, su lobo no querría eso y ella solo podía imaginarse lo grande y rápido que sería, probablemente también cambiaría de apariencia, crecería y sería grande y fuerte de la noche a la mañana, eso sería un shock para sus amigos. Afortunadamente, el niño nació en pleno verano humano, así que sucedería lejos de la escuela.
También probablemente tendría que involucrarlo en muchos deportes para satisfacer sus necesidades de caza y persecución. Esperaba que nadar y escalar rocas junto con correr fueran una buena distracción para él, tal vez agregar algún tipo de entrenamiento de artes marciales. Aunque si no tuviera ningún olor como ella, estaría bien. Nadie lo olería y lo desafiaría o atacaría. Pero si oliera a lobo, una vez que obtuviera su lobo y su olor fuera de sangre de alfa, eso bien podría meterlo en una pelea o dos, y necesitaría que él pudiera defenderse.
Piper supuso que podría entrenarlo, sabía cómo pelear, se había entrenado intensamente desde los 10 años para hacer sentir orgullosos a sus padres, aunque ellos ya no estaban, se había entrenado como junior sin lobo, corría el curso de agilidad ella misma a veces cuando no podía dormir, o cuando se sentía triste y sola, corría alrededor de la manada hasta quedar exhausta y se tumbaba en el suelo hasta que podía levantarse de nuevo.
Luego se unió a los guerreros juniors con lobos al día siguiente de que Harper fuera entrenado adecuadamente en combate cuerpo a cuerpo, y entonces ella y Harper entrenaron día y noche, incrementando sus habilidades, en su patio trasero, en el bosque, incluso entrenaron bajo la lluvia torrencial. Nadie los molestó, nadie los detuvo, probablemente nadie siquiera lo sabía.
Ella y Harper estaban en camino de convertirse en guerreras de alto rango como sus padres, incluso podrían haberlos superado y haber llegado al rango de guerreras élite, algo a lo que habían apuntado. Probablemente estarían en esa posición ahora si su vida no hubiera resultado ser tan dolorosa.
Tenían un gimnasio en casa, ocupaba la mitad de su garaje doble, y ella corría en la cinta todos los días, por las mañanas al amanecer hasta que debía prepararse para el trabajo, y en días malos también por la noche, a veces durante horas, solo corría para escapar de sus propios pensamientos, se esforzaba mucho en esas noches.
Ya le había comprado a Brandon su propia cinta de correr y estaba al lado de la suya. El niño también le gustaba correr, no le sorprendió en absoluto, aunque solo corría cada dos días. A Piper y a Harper les resultaba bastante divertida la actitud de Brandon hacia correr junto a ella. Durante los últimos meses se había vuelto bastante competitivo y ahora siempre trataba de adelantarla. No tenía esperanzas sin su lobo, aunque él no lo sabía. Es probable que una vez que obtuviera su lobo fácilmente la sobrepasara a ella, siendo de sangre de alfa y todo eso.
A Brandon le irritaba su habilidad para superarlo y de forma tan fácil, por lo general los sábados y domingos por la mañana, los dos corrían juntos ya fuera por el vecindario o por el área boscosa detrás de su casa. Estaba frustrado de que cuando se cansaba y necesitaba descansar, ella aún podía seguir dando saltitos y burlarse de él por no estar tan en forma como ella. Él estaba realmente en buena forma para un niño de 7 años, podía correr más que todos sus amigos humanos en distancias largas. Había uno o dos en su escuela que podían vencerlo. Los había visto desafiarlo y a él no le gustaba, se esforzaba mucho para intentar vencerlos, se molestaba mucho cuando no podía hacerlo, pero esos humanos tenían un talento puro para el atletismo, probablemente serían de los mejores del mundo cuando crecieran. Incluso los humanos podían destacarse en correr.
Piper le ofreció un desafío en el gimnasio del hotel antes de ir a las pistas. Era sábado, vio al chico enojarse con ella y empezó a reírse.
"Oh, mamá aún puede vencerte", le dijo burlonamente.
"Algún día, ganaré y lo sabes", le contestó él. "No vamos a correr, estamos de vacaciones", afirmó, como si estar allí fuera su excusa para no correr contra ella.
Piper se rio, al igual que Harper en su mente, abrazó al niño. "Bueno, entonces supongo que el último en llegar abajo de la pendiente es un lento", lanzó otro desafío.
"Ja, siempre te gano en las pistas", Brandon sonrió y luego salió corriendo para vestirse para el día, gritando "Eres una lenta, mamá".
Eso era cierto, habían estado practicando snowboard desde que tenía 5 años, tres veces al año, en diferentes lugares alrededor del mundo. Si su trabajo la llevaba al extranjero y era temporada de nieve, ahí iban, pero el hecho de que él la superara en las pistas no era la razón por la que pensaba que lo era. Ella y Harper se mantenían en segundo plano solo por si él tenía problemas y necesitaba ayuda.
No querían llegar abajo y darse cuenta de que se había caído y estaba herido, y ella lo había dejado allí solo y adolorido. Así que sí, siempre llegaba abajo primero. Pero nunca se lo decía. Le gustaba pensar que era mejor en el snowboard y que tenía mejores habilidades que ella en la nieve. Para ser honesta, también le gustaba su insolencia allí afuera, sus palabras insolentes lanzadas hacia ella. "No eres lo suficientemente rápida, mamá". "Eres demasiado lenta, mujer mayor". Y luego estaba esa gran sonrisa que él a veces tenía. "Me debes waffles y helado". Le encantaba lo feliz que se veía.
Era tan lleno de vida todo el tiempo. Brandon a veces la sorprendía, a veces no tenía idea de cómo era tan equilibrado y feliz. Ella y Harper definitivamente habían hecho un buen trabajo ocultando su dolor de él todo este tiempo, asegurándose de que tuviera todo lo que necesitaba pero sin mimarlo tanto como para que se volviera un consentido.
Salieron a las pistas en cuanto los remontadores comenzaron a funcionar y fueron de una pista a otra toda la mañana. Realmente se divirtieron mucho con él allí, provocándolo abiertamente, alcanzándolo y haciéndole pensar que ella iba a vencerlo justo al final de cada carrera, vio esa determinación en él para ganar. Realmente disfrutaba de un desafío.
Jugaron con él toda la mañana, se rieron mucho, ella lo hacía cosquillas y lo perseguía entre carreras, simplemente bromeando y pasando unas buenas vacaciones en familia. Almorzaron en la montaña en el Rendezvous Lodge antes de bajar nuevamente para que Brandon pudiera usar el half pipe. Ella tomó muchas fotos como él le había dicho, él sonreía y luego se reía todo el tiempo, estaba tan feliz que era difícil no estar feliz ella también.
Salieron al pueblo a hacer algunas compras por la tarde, ya aburridos de tanto snowboard durante el día, y se encontraron con un par de lobos. Piper evitó en su mayoría a la mayoría de ellos, sabiendo que no la olerían ni sabrían que estaba allí, algo a lo que estaba acostumbrada, se había acostumbrado a ello mientras crecía.
Uno de ellos la chocó, un hombre grande que tenía la cabeza baja mirando su teléfono. Le gruñó por el insulto, supuso que era un Alfa. Ella podía olerlo fácilmente, escuchó a Brandon replicarle "Mira por dónde vas, estúpido. Nos chocaste".
"Mira por dónde vas, estúpido. Nos chocaste".
Piper lo calló con un gesto y asintió al hombre, quien la miró directamente y luego al niño, enfadado por el insulto con palabras, algo que probablemente nunca le hubiesen lanzado en esas circunstancias.
"Niño grosero", murmuró, y luego se fue, pensando que solo eran humanos.
"Al menos yo miro por dónde voy, estúpido", Brandon le gritó directamente mientras Piper lo arrastraba por el camino.
"No digas eso, Brandon, déjalo, hijo", le dijo ella.
"¿Por qué? Fue su culpa", murmuró él. No estaba equivocado en eso. Ese Alfa estaba viendo su teléfono, probablemente usando sus sentidos lobunos para no chocar con la gente, su agudo sentido del olfato detectando cuando alguien estaba cerca de él, pero por supuesto no podía olerla, era invisible a ellos a menos que la miraran directamente.
"Está bien, no te preocupes por eso, Brandon". Ella lo animó a dejarlo pasar.
" Mamá, la gente choca contigo todo el tiempo y siempre les pides disculpas. No siempre es culpa tuya".
"Lo sé", asintió Piper. "Estoy acostumbrada, Brandon, así ha sido toda mi vida. No te preocupes por eso".
"La gente debería mirar por dónde va", murmura mientras caminan hacia una tienda. "Es peor aquí", afirmó y sacude su cabeza al respecto mientras entran a una tienda. "Y esos hombres grandes, mamá. No es como si no te pudieran ver, solo son ignorantes y groseros todos ellos". Piper suspiró, esta era la primera vez que se encontraba con lobos, en masa. No había discusión sobre lo que estaba notando, también era su punto de vista. No sabía que esos grandullones eran todos lobos Alfa y no podían olerla, aunque ¿Por qué no podían verla? Ella lo atribuyó a su sentido del olfato. El olor traía recuerdos consigo. Y si uno no olía, no podía ser recordado por el olfato. O al menos eso era lo que ella pensaba.
Una parte de Piper se preguntaba si su repentino estallido y agitación hacia estos lobos era porque él mismo tenía sangre de Alfa y no le gustaba la falta de respeto que mostraban. "Vamos de compras, vamos, compremos algo como recuerdo".
Ella caminó detrás de él, mientras él miraba las cosas en la tienda, vio a una mujer acercándose directamente hacia ella, que en realidad la estaba mirando directamente. Un poco inusual, ya podía oler la sangre de Alfa en ella. Suspiró internamente, esa mujer la golpeó a propósito, muy fuerte, y luego le dio un empujón, sintió que la ira de Harper se elevaba y apretó los dientes. Sí, podían verla cuando querían. "Oh, lo siento, pero odio a las perras", declaró la mujer y ella reconoció la voz de anoche en el bar.
Se contuvo de darle una bofetada a la estúpida loba, aunque pudo sentir que Harper quería darle lo suyo. Vio que esa loba se volteó y la miró como si no pudiera hacer nada al respecto, solo para escucharla jadear de dolor un segundo después y voltear la cabeza, Piper también miró y encontró a Brandon mirando fijamente a esa loba. "No llames perra a mi mamá, zorra", le dijo bruscamente.
Piper se puso exactamente entre la mujer y su hijo, mientras la mujer y su lobo se erizaban por el insulto. Por el sonido de ello, Brandon le había golpeado o pateado inesperadamente a la loba.
Vio esos ojos de ella mirándola fijamente, brillando un poco, tratando de asustarla, se imaginó, y un gruñido bajo salió de ella, una advertencia de que su lobo de hecho no había gustado del insulto, aunque ellas lo habían iniciado.
Harper se adelantó al instante ante la amenaza que representaban para Brandon, vio los ojos de la loba abrirse de par en par y luego tratar de olerla, Piper y Harper rodaron los ojos, luego Harper se retiró mientras se volvían hacia Brandon. "Vamos, hijo", ella tomó su mano y se alejaron, saliendo de la tienda.
"Mamá, no deberías aguantar eso", murmuró él, dirigiéndose a ella.
"Deja eso, suspiró. "¿Qué le hiciste?"
"La pateé bien y correctamente, justo en la espinilla", escuchó la sonrisa real en su voz.
"No seas así, Brandon, ya hay suficiente gente desagradable en este mundo. No seas uno de ellos".
"Ella fue desagradable primero, mamá".
"Lo sé, no te rebajes a su nivel".
"¿Qué pasaba con sus ojos, cambiaron de azul a verde?", preguntó él.
Piper lo miró ahora, un poco sorprendida, pensó que él había estado parado detrás de ella, que no había visto eso, que lo había protegido completamente de ella, él debe haber estado mirando alrededor de ella para ver a la mujer.
"Como los tuyos, a veces se vuelven blancos cuando me miras", dijo él, mirándola.
"Oh. Um, supongo que ella también es un poco diferente", suspiró Piper. Sabía que Harper a veces se adelantaba para observarlo, nunca había dicho nada al respecto antes, pensó que no se había dado cuenta, o que era normal.
"Deberíamos regresar al hotel. Tal vez hablar de eso".
Estuvo tranquilo durante el resto del camino, estaba parado con ella en el ascensor cuando la miró directamente. "¿Qué era ella?", preguntó de repente.
"Un ser de otro mundo", le respondió Piper suavemente después de asegurarse de que no había nadie cerca para escucharlos, esperó a que las personas salieran del ascensor cuando llegó y condujo a Brandon hacia adentro, presionó el botón de cerrar las puertas antes de que alguien más pudiera unirse a ellos y luego suspiró. "Brandon, ¿qué piensas sobre las criaturas míticas, reales o no?" preguntó.
"¿Como de qué tipo?", preguntó él a su vez.
"Tú me lo dices. ¿Crees en alguna de ellas?"
Observó cómo parecía pensar en ello durante mucho tiempo, las puertas del ascensor se abrieron en su piso, y justo allí esperando para entrar estaban el Alfa y su hija. Tomó la mano de Brandon mientras él miraba al hombre. Era bastante grande e imponente, medía al menos 6 pies 6, y estaba musculoso hasta la médula.
Se apartaron para que ella y Brandon pasaran. Brandon estaba mirando al hombre. "Él no puede ser humano, mamá, es demasiado grande".
Lo vio girarse y mirar al Alfa, sus ojos se movieron hacia el hombre en cuestión.
Vio al Alfa sonreír al mirar a su hijo. A los Alfas les gustaba que los reconocieran como grandes e imponentes. "No es humano", dijo ella calmadamente, no había nadie más en el pasillo que pudiera escucharla.
Vio los ojos del Alfa dirigirse directamente hacia los suyos, asintió ligeramente hacia él, un gesto de respeto no porque lo respetara a él ni a su especie, era más un gesto de su parte para permitirle saber que sí, sabía exactamente lo que él era, luego se dio la vuelta y se fue con Brandon a su habitación. "¿Qué es él?" Brandon preguntó mientras entraban en su suite.
"¿Qué crees que es?" ella contraatacó y lo vio realmente pensando en ello, se acercó y se sentó en el sofá indicándole que se uniera a ella, él se sentó aunque seguía pensando en silencio en su pregunta.
"Brandon, hay todo tipo de criaturas por ahí en el mundo. Los humanos no saben nada de ellas. Bueno, hacen películas y escriben libros sobre ellas, como creen que son esas criaturas de todos modos."
"¿Conoces a alguna?" preguntó de inmediato.
"Sí." ella asintió "de hecho... algunas de ellas incluso han comprado vestidos de novia de mí."
"¿Es así como las conoces?"
"No hijo." ella negó con la cabeza, supongo que era hora de tener esa conversación. "Yo soy una... así como tú también lo eres. Aunque no obtendrás tu... lobo hasta más adelante en la vida." le admitió lo que era.
Ahora solo estaba mirándola, no parecía tan conmocionado.
"Soy una mujer lobo, al igual que tú lo serás." le dijo. Parecía más curioso que preocupado, Piper y Harper se dieron cuenta, lo observaron mientras pensaba en lo que ella acababa de decirle.
"¿Puede... tu lobo hablarte?" preguntó un minuto después.
"Sí, se llama Harper." Piper asintió.
"Tiene los ojos blancos, ¿verdad?"
"Sí, ¿quieres verla?" Piper preguntó ahora, si estaba curioso, ella podría ayudar con eso.
"¿Puedo?"
"No en forma de lobo, pero ella puede avanzar de alguna manera y hablar contigo, sonará áspera para ti. ¿Quieres conocerla?" Piper pudo sentir cómo Harper se sentaba en su mente ahora. Esperando la respuesta de su hijo, lo observaron mientras se giraba para mirarlos directamente, inclinó un poco la cabeza y simplemente los miró durante unos buenos 30 segundos, luego asintió.
Harper se adelantó al instante para mirarlo directamente, quería verlo, quería que él la viera a ella, le sonrió, e incluso se acercó más a ella, realmente la miró, ni siquiera se inmutó cuando ella extendió la mano y le despeinó el cabello "Hola Brandon", dijo con su voz áspera de lobo.
Lo vio sonreír y luego reír, ella le respondió con una carcajada y luego comenzó a hacerle cosquillas, hasta que él se reía y daba patadas, tratando de apartarla y hacerla parar. Era realmente bueno ver a su hijo aceptar tan fácilmente a su lobo.
Piper observó cómo Harper lo levantaba y lo atraía hacia su regazo y lo abrazaba abiertamente. Solía hacerlo mucho, todo el tiempo cuando era pequeño, pero cuando creció, solo lo hacía cuando estaba medio dormido, ahora podría hacerlo todo el tiempo, cuando quisiera.
A Piper le gustaba eso y podía sentir lo feliz que estaba Harper al respecto también. Harper le cedió el control a Piper y ella sonrió a Brandon. Él le sonrió de vuelta "Ahora, sabes que no puedes ir a contarle a nadie, ningún humano, ¿de acuerdo?"
"Está bien." asintió, aunque le sonó un poco decepcionado.
"Lo siento Brandon, simplemente no lo entenderían o no podrían manejarlo."
Simplemente asintió "Mamá, ¿por qué no vivimos con otros lobos? ¿O vivimos todos solos por nuestra cuenta?"
Piper suspiró "No, no viven solos, la mayoría de los lobos viven en lo que se llama una manada. Elegí vivir apartada, por mis propias razones. Es... mejor para Harper y para mí de esta manera, vivir solas. Es difícil de explicar, pero lo haré cuando seas mayor, cuando seas adulto." le dijo.
"Así que... no volverás a donde estabas. ¿O viniste de allí?", preguntó en voz baja, parecía muy curioso.
"No..." Piper negó con la cabeza, mientras el dolor la afectaba. Nunca podrían volver, era demasiado doloroso. "Supongo que, algún día podrías ir allí, cuando seas adulto. Aunque... no sé si serías aceptado."
Lo vio encogerse de hombros "Entonces eres tú y yo, mamá. Siempre." la abrazó "Vamos a cenar. Tengo mucha hambre."
Piper lo abrazó de vuelta, "Yo también." dijo "Vamos a pedir mucha comida." estaba contenta de que pareciera entender, incluso sin toda la información, tal vez simplemente porque era la vida que vivían y así estaba acostumbrado, le gustaba su vida, a sus amigos, no quería que eso cambiara.