Octavio esbozó una sonrisa burlona, rodó los ojos.
—¡No tengo que darte explicaciones! —sentenció
La puerta se abrió y Virginia salió con los niños tomados de la mano.
—Buen día, Sergio.
Sergio los saludó, los gemelos corrieron a abrazarlo.
—Tío Sergio.
Él los cargó, le dio un beso a cada uno, luego besó la frente de Sia y abrazó a Lyra.
—Debo ir a trabajar, los veré en el viaje del día de la familia.
Los niños asintieron, él se fue.
Virginia y Octavio subieron al auto, debían llevar a los niños al colegio.
Al llegar, los niños bajaron.
—Mamita, ¿estarás en casa cuando lleguemos? Es que ya quiero verte siempre —dijo Sia.
Virginia besó su frente.
—No lo sé, cariño, es que, tenemos mucho trabajo.
—Mami, es que queremos tenerte en casa cuando volvamos del colegio, así como mis
