Han pasado dos mes, durante este tiempo la convivencia entre ambos fue increíble. Pero habían días que teníamos tanto trabajo que no coincidíamos con la hora de la cena. Matthew al enterarse que yo vivía con Andrew casi le da un ataque por lo repentino de la relación, le expliqué que quise hacerlo impulsivamente para darme una oportunidad en el amor y lo mismo le dije a mis padres. Poco después de mudarme conocí a Delia, quien era una señora que le ayudaba Andrew con el aseo de la casa durante el día, poco a poco le tomé cariño, era muy dulce y atenta. Había otros días que Andrew me mandaba flores a mi oficina o me sorprendía con detalles románticos. Ahora ya no lo llamaba por su apellido, sino por su nombre. Al principio fue raro, pero luego me acostumbré. Cada segundo que pasábamos junto